No es de recibo que la empresa pública Sodena se gastara en 2002 un millón de euros en comprar a los herederos del cascantino Miguel Burgos Arnedo, fallecido en 1993, los 38 vehículos clásicos de su colección, con el fin de "ponerlos" en valor al intentar crear un "Museo del Automóvil" y, tras sólo 'lucirlos' en el recién 'recolocado' Circuito de Los Arcos, ahora se hayan malvendido por tan sólo 850.000 euros.
Si gastaran de lo suyo, a buen seguro, serían más serios y más sensatos a la hora de realizar compras y apuestas, en lugar de sempiternos brindis al sol que pretenden entronizar simples ocurrencias...
