Opinión

Sobre la desaparición del INAAC

El pasado 22 de enero el Gobierno de Navarra anunció el desmantelamiento del Instituto Navarro de las Artes Audiovisuales y la Cinematografía (INAAC).



Desde el Cineclub Muskaria lamentamos profundamente esta decisión, ya que en apenas cinco años, y pese a las dificultades presupuestarias que poseía para desarrollar su actividad, el INAAC se había convertido en un referente institucional de vital importancia para el desarrollo la actividad cinematográfica en toda la Comunidad Foral.



Resulta muy duro ver cómo se suprime, de un plumazo, una entidad que ha hecho más en cinco años por el cine en Navarra de lo que se había realizado de manera institucional durante muchos años atrás.



Gracias al nacimiento, en el seno del INAAC, de la Filmoteca de Navarra, el patrimonio cinematográfico navarro ha sido, por fin, puesto en valor como merece. No podemos tampoco olvidarnos de su encomiable labor divulgativa, a través de la programación de ciclos y proyecciones, que la Filmoteca lleva realizando desde su puesta en marcha, acercando al cinéfilo navarro al cine de hoy, de ayer, de siempre, al cine de aquí y del mundo entero, con exquisito gusto y rigurosidad.



Desde Tudela, la actividad cinematográfica que desarrolla el Cineclub Muskaria, con el apoyo del ayuntamiento de Tudela y Castel Ruiz, nunca había sido tan reconocida en las instituciones culturales navarras como en estos años en los que la Fundación INAAC ha estado en funcionamiento.



En todo ese tiempo, el INAAC se interesó, en primer lugar, por conocer bien lo que hacemos. En segundo lugar, se preocupó por tender puentes de colaboración y diálogo. Y en tercer lugar, y cuando hubo ocasión, puso en marcha convocatorias de ayudas a entidades, que como la nuestra, trabajan por levantar muestras y festivales de cine en toda Navarra.



Y es que hablar con el INAAC era hablar en un mismo idioma: el idioma del cine. Algo que parece una perogrullada pero que no lo es en absoluto: no es fácil que una institución cultural conozca en profundidad las particularidades que la gestión de la actividad cinematográfica conlleva, desde la producción a la exhibición, pasando por la organización de eventos cinematográficos como los que llevamos a cabo en Tudela.



El cierre del INAAC nos devuelve a la incertidumbre del pasado. Esperemos que la evidente mejora que su existencia ha supuesto para el cine en Navarra, no desaparezca, de la noche a la mañana, tal y como lo ha hecho la propia Fundación. Sería un grave y lamentable retroceso para la cultura navarra.