Por mucho que se afanen algunos representantes políticos en justificar lo injustificable, hay actuaciones partidistas que los ciudadanos no acaban de comprender porque, sencillamente, van contra la voluntad mayoritaria de todo un pueblo y contra el sentido común. Es el caso del PSOE de Cascante y de su rechazo a un polígono industrial en suelo público, vieja aspiración de los cascantinos que UPN ha querido hacer realidad en esta legislatura, pero que se ha visto frenada por la actitud ilógica, insólita e irresponsable de formaciones como el PSOE que, además de primar el interés partidista, utilizan argumentos ruines y falaces para desprestigiar la iniciativa de los demás. Pero en política no todo vale, señores del Partido Socialista de Cascante, y ya vale de estar cuestionando continuamente la honorabilidad de los concejales de UPN por querer cumplir su compromiso con los ciudadanos de crear un polígono industrial público que genere empleo, riqueza y, en definitiva, bienestar no sólo para los cascantinos de hoy sino fundamentalmente para las generaciones venideras. Otros lo han prometido en su programa electoral siempre pero, sin embargo, no lo han cumplido. Además, no creemos que el PSOE esté en condiciones de dar precisamente lecciones de ética o comportamiento público a nadie en nuestra ciudad.
Tenemos que reconocer que pecamos de ingenuos cuando, tras la difícil situación que han vivido y están viviendo muchas familias en Cascante por la crisis del sector textil, creímos que la iniciativa de dotar a Cascante de suelo industrial a precio asequible para facilitar la instalación de empresas sería apoyada por el resto de los partidos políticos, en especial del PSOE. La oportunidad lo merecía: una empresa local, Aceites Urzante, había presentado un proyecto que conllevaba 60 puestos de trabajo y éramos conscientes de la necesidad que tenían otras de contar con suelo para afianzarse en nuestra localidad. Pero nos equivocamos pensando en la buena voluntad de los socialistas cascantinos.
¿Por qué los representantes municipales del PSOE en Cadreita, Villafranca, Mendavia, Lodosa o Estella, por poner algunos ejemplos, no han puesto ninguna objeción a que Nasuinsa, sociedad pública del Gobierno de Navarra, se haga cargo y promueva los polígonos industriales en estas localidades (promueve decenas en toda la Comunidad Foral) y los concejales socialistas de Cascante sí? ¿Acaso en esos municipios los concejales socialistas no han convenido con Nasuinsa la mejor opción para salvaguardar el interés general de sus vecinos de acuerdo con unos criterios que son los mismos para todos? ¿Por qué en estos lugares el polígono industrial público es positivo y en Cascante no? ¿Por qué empresas que querían instalarse o ampliar en nuestra ciudad se han tenido que marchar fuera por no disponer de terreno industrial?
Los argumentos que esgrime el PSOE de Cascante son insólitos e incluso podrían vulnerar la legalidad vigente. Dicen que querían ofrecer a la mencionada empresa terreno público de forma gratuita a cambio de unas condiciones, pero ¿son lícitas estas condiciones? Según, consta en el artículo 136 de la Ley Foral de Administración local 6/1990, “La cesión a título gratuito de la propiedad de bienes y derechos del patrimonio de las entidades locales se acordará por el pleno del ayuntamiento por mayoría absoluta del número legal de miembros de la corporación, y solo podrá realizarse en favor de otras administraciones, instituciones públicas o instituciones privadas de interés público sin ánimo de lucro, para fines de utilidad pública o interés social, siempre que complementen o contribuyan al cumplimiento de intereses de carácter local, y previa declaración de alienabilidad”. Que nosotros sepamos, Aceites Urzante es una empresa privada y con ánimo de lucro, por lo tanto, sería ilegal aplicar la fórmula del partido socialista de cederle terreno gratuito.
Hemos querido hacer un polígono industrial público como lo hacen el resto de municipios navarros, incluso los gobernados por el PSOE, amparados en la legalidad y de acuerdo con los criterios de un organismo público, Nasuinsa, cuya labor tan buenos resultados ha dado para muchas localidades navarras.
No nos gustaría acabar sin recordar al grupo socialista en el Ayuntamiento de Cascante que no necesitamos a nadie de fuera que defienda nuestros planteamientos, porque llevamos tres años y medio teniendo argumentos y fuerza de sobra para debatir con cualquiera proyectos importantes para Cascante, como el que algunos han definido como “caramelo envenenado” y luego la realidad ha demostrado su torpeza política. Y una cosa tenemos clara: aquí no gana UPN ni pierde el PSOE, aquí quien de verdad pierde es nuestra querida ciudad; aun con todo, seguiremos trabajando para que Cascante y los cascantinos tengan lo que se merecen.
