Opinión

Separar la Iglesia del estado

No podemos continuar, mezclando el poder religioso con el poder político, cuando el PP consiga como es lógico el gobierno de España, después de comprobar al desastre, que el gobierno socialista ha llevado al país,tendrá que acabar con el despropósito, anacrónico y obsoleto, de que la iglesia católica, siga imponiendo una moral falsa y mítica, que traiciona a Cristo.

Los de PP como partido democrático, tienen que terminar con una dictadura religiosa, que  pone en cuestión las Leyes que todos los españoles nos damos, debemos de separar lo que es el poder civil del religioso, y acabar de una vez por todas, con el nacional catolicismo, que Franco inventó, y la Iglesia apoyó, por lo cual recibió y recibe pingues ganancias que pisotean la justicia y derechos de todos los españoles.

Como partido de centro reformista, donde la mayoría de los españoles cabemos, debemos de luchar, por Leyes que unan a todos, sin privilegios a ninguna institución religiosa, que dictatorialmente adoctrinan a nuestros hijos, en falsas y míticas ideas que traicionan a Dios y al evangelio de Amor de Cristo.

Nuestra defensa de la verdad y de la democracia, debe de apartar ayudas, subvenciones y privilegios a instituciones dictatoriales que durante siglos han pisoteado y siguen pisoteando los derechos humanos, cuando no dan libertad de conciencia ni a sus fieles, imponiendo dogmas y fundamentos cristianos, que van contra el derecho y la dignidad de las personas, no reconociendo el derecho de las mujeres y gays, ni el derecho de las personas, a ser dueños de sus actos,ni en el matrimonio,y su libre  decisión a una muerte digna o a imponernos una moral sexual obsoleta y ridícula e intentar amenazar con falsos infiernos, a la humanidad, para conseguir imponer su voluntad y beneficios económicos sin fin.

Y por último la crisis económica, no nos permite,seguir gastando ingentes cantidades de dinero, en mantener un patrimonio, que siendo del pueblo de Dios, está en manos de mandatarios que hacen de el lo que quieren sin contar con los auténticos dueños.