Los conceptos van cambiando con el paso de los años, por ello, ahora se habla con preocupación de la Seguridad Ciudadana porque creemos, a pies juntillas, que casi casi no se puede andar por la calle de la que está cayendo.
Hasta hace no tanto tiempo, en muchos de nuestros pueblos, para saber si podías visitar a tu vecino, sólo tenías que comprobar si tenía las llaves puestas en la puerta y estaba en casa. Ahora, sin embargo, infinidad de casos y hechos nos preocupan hasta el punto de desconfiar incluso de nuestra propia sombra. Las más de las veces, esta reacción es fruto de una histeria colectiva que transmiten los informativos de la tele que hacen ver, creo que interesadamente, que la Humanidad está no sólo corrompida sino llegando a su fin, dado el número de malos tratos y actos violentos y extraños que nos narran. Pero no caemos en la cuenta de que siempre pasaron cosas similares, pero no disponíamos de medios para conocerlas.
El Ayuntamiento de Tudela, en colaboración con el Departamento de Interior, está estudiando la posibilidad de abrir una oficina de Policía Foral en nuestra ciudad para mejorar la atención directa al ciudadano, denuncias que, hoy por hoy, se atienden de forma más directa en la Comisaría de Policía Nacional.
Pero ojo al dato: Tener algún que otro Policía Nacional que necesita más de un cursillo para reciclarse profesionalmente, no implica que tengamos que mirar hacia atrás de soslayo cuando vamos por la calle o que todos los servicios públicos que velan por nuestro bienestar sean un desastre. Afortunadamente, en esta tierra nuestra vivimos en Paz y bien.
