Opinión

‘Se nos van a comer’

Es sorprendente esta sociedad nuestra. La opinión pública y publicada se estremece con sandeces, palidece con ñoñerías y se alarma con llamadas de “¡qué viene el lobo!” mientras por sus morros se pasea la cruda realidad, la del día a día, que en nada destaca o sorprende, pero que resulta desgarradora.

Los titulares sensacionalistas para vender ejemplares inundan rotativas y telediarios y alarman a la población con noticias como la llegada masiva de inmigrantes y lo malos que son quienes no son capaces de adaptarse, pero lo que no dicen es la gran labor que está realizando esa gente que vive, convive y a veces malvive entre nosotros.

Ahora que de repente en éste país de la piel de toro todo el mundo se ha vuelto señorito, hacen trabajos que a nosotros ya no nos apetece hacer, apoyándonos a la perfección para atender al mayor valor de nuestra sociedad: los ancianos y los niños. Y más cuando se ha dado a conocer que sólo un 28% de las cuidadoras inmigrantes de ese colectivo está dada de alta en la Seguridad Social, según un informe de la UPNA en colaboración con Bienestar Social. Tamaña hipocresía nos delata...

”Se nos van a comer” auguran quienes de forma pesimista pretenden luchar contra una realidad propia y endémica de la Humanidad, la inmigración, que desde que nos sacó hace 60.000 años de África nos ha tenido vagando por el planeta.