Opinión

Se acabó la fiesta

Se han constituido los nuevos ayuntamientos navarros. Viejos y nuevos concejales elegidos por los ciudadanos, han elegido nuevos o viejos alcaldes que tendrán, con mucha seguridad, que hacer malabarismos para cuadrar las cuentas municipales. Las estructuras administrativas municipales creadas en la última década y al amparo del dinero fácil, (estructuras que se han mantenido por miedo a las elecciones locales) tocan en muchos casos a su fin. Ahora habrá que ver que es prioritario para quien gobierna o cuantas torpezas se han cometidos estos años con inversiones faraónicas que ahora hay que mantener y que no hay de donde sacar para mantenerlas.



Según los datos del Ministerio de Hacienda, la deuda viva de los 21 municipios riberos ha pasado de los 70,5 millones en 2009 a 74,5 millones que parece que debemos a finales de 2010, un 5,5% más en un año. Digo parece, porque al menos en el Ayuntamiento que yo conozco que es Corella el dato real de 2010 es de 7.515.795€ de deuda viva, frente a los 5.996.000 que dice el Ministerio. Vamos, 1,5 millones de euros que no están cuantificados. Sobre el resto de datos de los otros municipios, ni idea.



La deuda municipal no dice mucho de un municipio. No importa cuánto debes, importa cuánto eres capaz de ingresar y ahí está la complicación de esta época para muchos ayuntamientos. Unos por inversiones erróneas, otros argumentarán que mucho de lo invertido esta en infraestructuras nuevas ¿necesarias?, otros en terrenos y en obras de urbanización que aumentan el valor de los terrenos municipales, ¡y qué! ¿Quién quiere terrenos ahora? Ni urbanizados ni limpios. No hay mucha capacidad de hacer caja. Pero aun así, sería circunstancial, el problema es de futuro, hay que acomodar los ingresos actuales a los gastos actuales. Algunos errores como los que se han cometido en Corella estos últimos cuatro años, y que tendrán semejanza en otros lugares, lo complican todo.



Solo un ejemplo de los muchos que se pueden comentar, la Casa de Cultura que acabamos de inaugurar con todo boato en Corella y por la que tanto nos toco luchar contra la opinión de UPN en su momento. Hemos pasado de la más absoluta miseria en infraestructuras culturales a una obra desmesurada para los tiempos que corren. Corella ahora dispone de dos espacios escénicos juntos, separados por 10 metros ¿Qué haremos ahora con el cine María Villar Díaz, inaugurado en 1998 con 500 butacas? ¿Le diremos a la Fundación propietaria que ya no lo queremos? ¿Organizaremos actividades para los dos centros? ¿Y con la centro joven? Se puede tener dos centros para servicios comunes juntos, pero tan separados que necesitan dos conserjerías, dos mantenimientos y así muchas cosas más.



Es verdad que hay ciudadanos que no les importa cuánto debe su ayuntamiento, no les importa ni los recortes que pueda conllevar la deuda, -si no son en verbenas o vacas-, pero a muchos sí, sobre todo a los más débiles que son los primeros que sufren las cosas mal hechas. Todo tiene solución, se necesita reordenar y sobre todo optimizar servicios, para que con menos dinero en la caja se dé el mismo servicio. ¡y se puede!.