“Hay que estar etílico para afirmar que el destino de Navarra lo elegirán los navarros”. Se trata de una de las últimas perlas con las que nos ha obsequiado Miguel Sanz, producto de alguna sesuda reflexión que se merecería entrar en la antología universal del dislate. En fin, como reza uno de nuestros adagios populares, “donde no hay mata, no hay patata”.
“Las navarras y navarros serán sólo lo que quieran ser”. Así lo ha llegado a afirmar también el propio Sanz, también lo han declarado otros representantes políticos como Rafael Gurrea, Jaime I. Del Burgo, Carlos Chivite o Fernando Puras, además del Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, la Vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, y más recientemente, en Burlada, el Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, Parlamento de Navarra, Organizaciones Sindicales y Empresariales.
Repito. Unos y otros han asumido públicamente, en una u otra ocasión, que “el destino de Navarra lo elegirán los navarros y navarras”, ratificando con ello que somos y queremos seguir siendo una comunidad propia y diferenciada, diferente a lo que el nacionalismo vasco reivindica y pretende.
Cierto es que cuando se le pide que presente pruebas, dice que sus declaraciones “son fruto de elucubraciones suyas”, o bien da más crédito al contenido de algún folletín interno de la organización terrorista ETA.
Ha llegado el momento de preguntar si este comportamiento es propio del Presidente de Gobierno o de Miguel Sanz. Y también: ¿En qué estado se encuentra el Sr. Sanz cuando hace este tipo de declaraciones públicas en calidad de Presidente de todos los navarros y navarras?
El análisis de la trayectoria del Sr. Sanz nos llevaría, sin duda, a la conclusión evidente de que su estado no es el más indicado para seguir desempeñando la responsabilidad que ostenta. Y no me refiero a estados etílicos. UPN debería preguntarse si es serio y responsable seguir manteniendo al frente del Gobierno de Navarra a una persona que, una y otra vez, da muestras de no estar capacitado.
UPN ha reído las gracias al Sr. Sanz, cuando se dedica a insultar preferentemente a los socialistas y al Gobierno de España. Pero tanto exceso hace que cada vez a más militantes de UPN se les hiele la sonrisa cuando escuchen nada menos que a su presidente del partido negar a la ciudadanía Navarra el derecho a decidir su destino común.
Es insostenible un Presidente navarro que se dedica a boicotear con mentiras y elucubraciones el esfuerzo del Gobierno de España para acabar definitivamente con la lacra terrorista, ahora que se cumplen más de tres años sin asesinatos. Un Presidente que no duda en utilizar el mensaje del miedo para evitar que le echen del sillón, Es insostenible un Presidente que ha sido capaz de decir que Zapatero negociaba el futuro de Navarra con la banda ETA, sabiendo que ello es incierto, o de ponerse en ridículo al ofrecer a Fernando Puras, candidato socialista a la Presidencia de Navarra, sus propias funciones como Presidente.
