Se dan paralelismos en la vida curiosos de veras. En Pam-plona, por ejemplo, el Jefe de la Policía Local se llama Simón Santamaría, y el de la de Tudela, José Ángel Santamaría, también. Y ahí no acaban las casualidades: Tanto en Pamplona como en Tudela no gusta el actual modelo adoptado por Policía Municipal. Ahí se siguen pareciendo... Se reprocha a ambos cuerpos que hacen muchas horas extra, y que cuando se movilizan para hacer alguna reclamación, sólo la hacen, en el fondo, para mejorar su status salarial. Y eso que son unos de los cuerpos funcionariales del Estado mejor pagados, al menos en estos dos casos navarros.
Las diferencias comienzan cuando trasladamos este análisis a la realidad política de la capital del Reyno y lo comparamos con la de la Mejana: En Iruña, con tal de hacer algo por cambiar el modelo de gestión, el PSN le está haciendo un feo a UPN y se está aliando a ANV -lista que en su día autorizó la Fiscalía- para alcanzar una mayoría suficiente para sustituir al Capitán, cabeza de turco de un modelo y un estilo de dirección que no gustan en la ciudad de Hemingway.
Aquí, sin embargo, nadie dice nada ni mueve ficha. Independientemente de que tengamos un Capitán de la Policía Municipal que lo es por Oposición -caso casi único en España y seguro que “genuino” en nuestra Madre Europa-. Y ninguna sigla política le sabe poner el cascabel a un gato con carencias que todos ven y nadie se atreve a resolver, porque da miedo mover de su aposento al culo de una de las últimas gracias de Pérez Sola. Y no es a la persona, es a la Gestión y al Organigrama al que debemos suspender, llevándonos las manos a la cabeza y reclamando más decisión.
