Opinión

Saber gastar es saber vivir

Anda Zapatero mirando a ver de dónde se puede recortar gasto, para que Bruselas deje de hacernos grecas.



Entretanto, nuestro pre-jubilado Sanz se ha ratificado en la idea de que en los tres próximos años los servicios públicos forales sólo se deben mantener, no ir a más, incluso reduciendo el gasto y sus costes, dada la evidente reducción de ingresos que se está dando. Y uno se cuestiona hasta qué punto puede ser tan difícil que la Administración deje de ser una manirrota y una ingente generadora de nuevos, carísimos, inútiles y completamente prescindibles servicios, las más de las veces, hasta absurdos.



Como los mitos se sustentan en el interés y la ignorancia, nos vamos a tener que creer que no se puede frenar el gasto con facilidad, y que es cuasi imposible recortar unas ingentes cuentas públicas que son una manifestación vergonzosa de derroche y faraonismo.



Por ejemplo, eliminando, de cuajo, de raíz, la inmensa estructura administrativa cuadruplicada entre Ayuntamientos, Concejos, Comar-cas, Autonomías y europeas acciones, que no sirven y no hacen nada, hasta el punto de solaparse y ensombrecerse entre sí, podríamos dejar las cuentas como una patena... Y ya puestos, si aplicáramos a conciencia en los Funcionarios preceptos como Productividad y Eficiencia: ¿En cuántos servidores públicos se quedaría la cosa?



Esa casta privilegiada, esa gente que mama alegre y liberadamente, y vive del cuento sin aportar nada,lo peor que tiene no es lo que calla, es lo que nos gasta.