Opinión

Retórica y civismo

No es mi intención entrar en un debate filosófico ni histórico con ninguna firma de este semanario, y mucho menos con aquel que se esconde tras un seudónimo. Ahora bien, hay opiniones que se expresan libremente en Plaza Nueva que respeto absolutamente pero que no acabo de entender. Por ejemplo: en el nº 820 el señor Guelbenzu nos insta a recuperar urgentemente la religión de nuestros padres y el patriotismo constitucional. ¿Todos nuestros padres eran religiosos? ¿Y esto de ser de una religión, en que artículo de la Constitución está? Yo no soy ni religioso ni patriótico constitucional. Espero que pueda perdonarme el señor Guelbenzu. Por cierto, tiene un apellido muy bonito.

En el último número el señor Blanzaco hace alarde, como en anteriores ocasiones, bien argumentado y datado, de lo que a su juicio debe ser la convivencia cívica y el pluralismo cultural. Estoy de acuerdo con usted, pero si no existe la posibilidad de que Todos podamos expresarnos libremente y tener las mismas posibilidades de hacerlo en el ámbito político, cultural o de presencia democrática en las instituciones, sus correctas expresiones son Retórica Constitucional.

A veces el respeto a las leyes supone el desprecio a la libertad.

Albert Einstein elaboró una teoría que debería aplicarse no sólo a la física, también al civismo y a la retórica.