Opinión

Rebelión en la catedral de Tudela

El pueblo soberano, por fin se rebela ante la autoridad eclesiástica.

El sacerdote, en la novena a Santa Ana, demandaba una y otra vez silencio y como nadie le hacia caso se atrevió a amenazar con la suspensión del acto.

Pero... que sorpresa más agradable, el pueblo en vez de callar aumento sus palabras.

¡Estos sacerdotes creen todavía que mandan!

La catedral es nuestra, Cristo es nuestro, Dios es nuestro, dejen libre a Cristo.

Estos traidores han secuestrado a Dios nuestro señor y lo manipulan a su antojo, para su beneficio.

Poco a poco el pueblo soberano, pide sus derechos, los sacerdotes no son los dueños de la Iglesia Católica, y deben devolver la Iglesia de Cristo a sus auténticos dueños: Toda la Humanidad.

Cuando la concejala de cultura lanzó el cohete festivo, nos dijo Tudelanos, !éstas son vuestras fiestas!

Y estos traidores a Cristo todavía se creen los propietarios y dueños de todo el patrimonio cristiano, cuando es nuestra la catedral y tiene que ser nuestra la herencia que Cristo nos dejó, sin que nadie siga imponiendo ni el evangelio, ni los sacramentos.

Todo el patrimonio espiritual cristiano, pertenece a la humanidad y debe ser devuelta por quien indebidamente lo ha secuestrado.

Ante esta rebelión popular el sacerdote no tuvo mas remedio que dejar que continuase el acto... !Viva Cristo libre! la Iglesia es nuestra, devolver lo que habéis robado, nunca más el pueblo aplastado y tratado indignamente.

Miguel Ángel Soro Falces