Opinión

Procesión y tradición

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Desde que Tudela declaró a Santa Ana como su patrona, Santa ana para los tudelanos además de un símbolo religioso pasó a ser un símbolo en el más amplio sentido de la palabra.

Los símbolos se mantienen de generación en generación. Principalmente porque son intocables. No admiten variaciones por que si varían se desvirtúan y dejan de ser símbolos.

Mi bisabuelo llevó a mi abuelo, mi abuelo a mi padre y mi padre a mi a la procesión de nuestra patrona. Hasta mi generación todo permaneció inalterable. Para mi padre ese día era el más grande del año, también para sus antepasados también para mí.

El día de la patrona a las 11 de la mañana, te ponías tu mejor “muda” y tu mejor ropa y te ibas a la procesión (sólo hombres). La procesión transcurría por las calles de siempre, con el ritual de siempre, con el silencio respetuoso de siempre. Era la tradición que durante siglos permació inalterable.

Desde hace muy pocos años se han ido incorporando una serie de “elementos” que tienen su lógica en una sociedad plural. La incorporación de la mujer por ejemplo.

Pero todo lo demás puede cambiar la tradición en folklore. Y la procesión de Santa Ana nunca ha sido folklore. Eso, con todos mis respetos para ellos, es propio de otros lugares de España que tienen “sus” tradiciones, en las que a sus imágenes le dicen guapa, les cantan fandangos y saetas y aplauden, y las bailan.