Opinión

Presidente, oposición y disidentes

Por fin tenemos presidente del Gobierno de Navarra, y eso nos satisface tanto en cuanto la Comunidad Foral pone de nuevo su máquinaria en marcha y despeja una incógnita que nos tenía a la expectativa. Miguel Sanz ha asegurado que trabajará por que los grupos políticos sean capaces de ponerse de acuerdo en lo importante, y que habrá cambio de formas y de talante. Las intenciones son buenas, ahora sólo falta que en la casa del PSN se solucionen los problemas internos, por el bien de un partido que está obligado a representar correctamente a sus votantes y a realizar una oposición constructiva. Una parte de las bases de la Ribera está en un período de reflexión cuyo resultado, si la decisión es salirse del redil, seguramente no hará tanto daño al partido como a sí mismos. La creación de un partido en la Ribera, al margen de las siglas del PSN, y al servicio ,tal vez, de frustraciones personales, no es una buena base para comenzar y trabajar por la comarca.