Opinión

Postal virtual

Es una pena que se pierda la costumbre de felicitar la Navidad a las personas que queremos a través de una postal al uso, y más si encima es solidaria, pero las nuevas tecnologías mandan, y cada vez llegan más mensajes navideños a través de la pantalla del ordenador.

La verdad es que Internet facilita mucho las cosas, y esa comodidad inclina la balanza hacia el teclado. No obstante, lo que sí está cambiando es el interés de muchas personas en que su postal virtual tenga calidad, sea original y reserve un punto de exclusividad dependiendo del destinatario; es decir, que no todos sus amigos y conocidos reciban el mismo mensaje, pues se corre el riesgo de que lo interpreten como quieran (erróneamente); máxime si, por ejemplo, se han elegido unos versos de un poema de amor, que quedan muy monos, pero pueden dar pie a la confusión.

Felicitar la Navidad y el Año Nuevo se ha convertido en un gesto de buen gusto, pero dependiendo de cómo se haga se corre el riego de perder a un cliente o de ganártelo de forma incondicional.

¡Felices fiestas!, ¡feliz Navidad!, ¡que pases unos buenos días!, ¡que disfrutes!, ¡a tener buena noche!... a veces no sabes qué decir para acertar, porque desconoces si tu vecino es creyente o no, si odia la Navidad o si para él es simplemente un día más. De todas formas, al final esto suele quedarse en pura anécdota.