Por fin oigo, leo, conozco una noticia que me llena de alegría. Por fin una de las asignaturas pendientes en Tudela se acomete y parece estar con propósito de enmienda. Me refiero a la noticia de que el Ayuntamiento de Tudela al parecer va a tomar cartas en el asunto y va a arreglar y acondicionar los accesos a nuestra ciudad.
Es cierto que las entradas a las ciudades no salen en los planos turísticos de las mismas pero a mi modo de ver dicen mucho de esa población, es como el hall de ese pueblo, como la antesala del casco antiguo que suele ser la piedra angular de la localidad.
Tudela tiene cinco entradas principales y cuatro de ellas son bastante deplorables, de hecho, sólo el acceso desde Zaragoza, recientemente habilitado, da una imagen de modernidad y muestra un buen estado general y el del firme de la calzada en particular. Las demás, por una razón o por otra, no son dignas de una ciudad como Tudela.
Es cierto que la entrada a nuestra ciudad desde Pamplona tiene mala solución al toparnos con la muralla infranqueable que forma la vía del tren nada más cruzar el magnífico puente que tenemos. Y es una pena puesto que el panorama, la vista que se divisa de nuestra querida Tudela desde el citado puente es una maravilla.
Ignoro si a la larga podremos, como han hecho en otras ciudades, alejar la vía del tren al extrarradio de la localidad puesto que con esto ganaremos no sólo la citada panorámica y postal de nuestra ciudad, sino que ésta se acerque y abrace al Ebro, abrazo que nunca debimos perder ya que es una lástima que nuestro pueblo viva de espaldas a este río tan magnífico.
Pero mi carta se refiere a las otras tres entradas, a los accesos a Tudela desde Corella, Alfaro y Tarazona, entradas de las que sí somos responsables y que son una vergüenza para los visitantes y para los mismos ciudadanos de Tudela.
Las tres están llenas de baches, de asfalto en mal estado, de peligrosos socavones, poco señalizadas, sin arcenes, además de estar mal iluminadas. Asimismo, en dos de ellas el entorno y el paisaje urbano y natural que se observa no ayuda a la propia imagen de la ciudad. En relación a esto último hay que reconocer que la vía que viene de Tarazona mejoró mucho en este aspecto tras las nuevas edificaciones que han surgido desde el Hospital Reina Sofía y con alguna implantación de aceras, jardines, árboles o del adecentamiento de lo existente, se encontraría muy presentable.
