Opinión

Policía Foral y el Hospital Reina Sofía

22 de noviembre, día de Santa Cecilia patrona de los músicos, 12.45 del mediodía. Acompaño a mi esposa y a su madre a visitar un enfermo al hospital Reina Sofía de Tudela. Intento aparcar y me resulta de lo más complicado, dado la hora y la enorme cantidad de vehículos que recorren toda la zona “buscando sitio”.

Son personas que, como yo, han ido a visitar a algún enfermo o acompañan a la esposa, madre, hermano, etc. que acude a consulta médica citado/a por los servicios sociales del hospital.

Es materialmente imposible lograr una plaza, lo que obliga a muchos de nosotros a aparcar como buenamente se puede, ante la perspectiva de llegar tarde a dicha consulta.

Y mientras la gente trata de colocarse donde se puede, una pareja de nuestra Policía Foral. ¿Creen que trata de poner un poco de orden en ese ir y venir? No. Libreta en ristre, se dedica a repartir multas a diestro y siniestro, por cierto con su vehículo aparcado en zona reservada para taxis, comenzando en la zona de urgencias y recorriendo todos los aparcamientos.

Seguro que los coches sancionados no estaban “del todo” bien aparcados, pero tampoco interrumpían el tráfico en ningún caso. Y podemos dar fe de ello más de un centenar de personas. ¿Qué tenía que hacerse? ¿Dejar a los visitantes o enfermos en la habitación o consulta y bajar a Tudela a aparcar? ¿Aparcar en el arcén de la carretera general o en la propia Policía Foral situado a 200 metros?