La modificación de la Ley de Policías de Navarra está en pleno apogeo. Al margen del alarmismo aireado por el jefe de la Policía Foral, Gerardo Goñi, que ha augurado que “la nueva normativa aumentará la delincuencia”, creemos que antes de plantear su reforma, estaría bien que se tuviera en cuenta que el principal problema de este servicio público en Navarra es la necesidad de aplicar de una vez el Amejoramiento del Fuero, y reducir la presencia de Policía Foral, Guardia Civil y Policía Nacional en Navarra, que duplica la media de agentes de España, con 6 guardias por cada 1.000 habitantes, y está muy lejos de los ratios europeos. Todo lo demás, son brindis al sol y perpetuar gastos superfluos.
