Por fin he logrado comprender que debo de pedir disculpas por mi incomprensión y mi actitud provocadora ante algunos hechos que, por lo que se ve, deben de estar considerados, oficialmente e incluso en una parte, nada desdeñable, de nuestra sociedad, como normales e inevitables.
Hoy domingo por la mañana, después de la noche del sábado de carnavales y como casi todos los otros domingos mañaneros del año, el porche de mi portal (que esta a 3 puertas de un local de música, copas y algo más), estaba “LLENO” de ORINES, además de algún vómito y otros desperdicios. Esto es lo “NORMAL”, pero para algunos, no es suficiente. En dicho porche hay un escaparate del local comercial y hoy me lo he encontrado con una de las cristaleras destrozada, con un gran agujero (40x40 cm) cortante y toda ella resquebrajada. El cristal reforzado tiene 1 cm que no se rompe con una patada ni botellazo.
Eran las 10:30 h (aprox). He llamado a la Policía Municipal y hoy sí que han acudido ágilmente, en 6 minutos. El hecho era tan evidente que sobraban explicaciones pero hemos cruzado algunas informaciones de la situación existente en esta calle y otras de Tudela donde hay bares de este tipo. También nos hemos dado opiniones y planteamientos y entre ellos, uno de los agentes me dice: ”… y esas ruedas que tiene vd ahí, ¿no podría tenerlas en el local en vez de en este escaparate?.....”. No sé porqué (posiblemente por mi falta de comprensión), pero no pude digerir esas palabras y pregunta y se me quedaron atragantadas. De inmediato y de forma involuntaria e incontrolable debió de acudir a mi cara algún semblante (posiblemente de enfado muy serio) no agradable para el agente. El resto de la corta entrevista la finalicé con el otro agente. Al final, me fuí a la Policía Foral a denunciar el hecho ocurrido con la cristalera.
Después de demasiado tiempo y demasiadas denuncias, ante la policía municipal y el ayuntamiento, de lo que yo (junto a muchos otros) creía que era incivilizado e inadmisible, lo ocurrido el domingo me esta haciendo comprender que mi actitud ha sido provocadoramente negativa y de incomprensión. Pido disculpas por ello pues hasta ahora no había llegado a la conclusión de que mi deber como ciudadano es no provocar actitudes negativas en algunas personas, y esas ruedas en el escaparate y aún más, esa cristalera, en sí misma, es toda una provocación mía.
También pido disculpas al Ayto por tener, junto a un bar de copas como el que hay en nuestra calle, un porche privado abierto en vez de enrejado, pues me he dado cuenta que es una provocación nocturna que inevitablemente invita a mearse en dicho porche y no a sentarse en él y tener charlas nocturnas tranquilas.
Algunos domingos, mi esposa y yo tardamos un poco de más en levantarnos y mentalizarnos a bajar a la entrada para comprobar que hay que pasar por el asqueroso rato de limpiar todos los orines y vómitos, además de que estamos provocando malestar en los viandantes que pasan junto a nuestro portal permitiendo que puedan ver el estado repugnante del porche. Discúlpennos por ello.
Ya he dicho que vivo en Tudela junto a un bar de música, copas y algo más. Como es lo normal y además inevitable, ni el bar ni muchos de sus clientes respetan la normativa de ruido nocturno. Lo siento y vuelvo a pedir disculpas pues, ¿a quien se le ocurre vivir ahí, a menos que seas un provocador?. Ah, y si no duermes es porque no sabes contener tu desesperación y tú mismo provocas tu insomnio.
Confieso que provoco malestar denunciando hechos que aun no logro catalogarlos como normales e inevitables, pero denme tiempo y quizás lo consiga, mientras tanto, discúlpenme.
Finalizo delatando a otros vecinos de Tudela (disculpadme) que por lo visto también se han convertido, como yo, en una especie de provocadores pero que hacen uso de su derecho a no inculpase, ahora bien, eso no quita para saber que en Tudela estamos muchos (provocadores). Espero hacer bien al disculparme, también, en nombre de ellos.
Por favor, ¡¡Tengan paciencia y dennos tiempo para tratar de comprender y ser pacientes!!
