Opinión

Períodos de adaptación

Someten a los niños a unas técnicas modernas extrañísimas, y resulta curioso porque en tiempos de mozalbetes, lo llamábamos “volver a la escuela”. Y punto.

Se acababan las vacaciones, y de un día para otro tenías que ponerte las pilas y estar atento en clase. Para evitar una colleja, además de quedarte sin recreo, o descolgado de una asignatura de por vida, -académica, claro-.

hora, sin embargo, vuelven locos a los Padres (quede claro que el término, en castellano, engloba a ambos progenitores), con el dichoso “periodo de adaptación” ese, que creo que no consiste más que en una burda excusa para prolongar las no poco prolijas vacaciones del profesorado.

No entiendo cómo un muetico de 4 ó 5 años puede tener necesidad de ir a clase, al principio, de 9 a 11 ó de 11 a 1, para que no se estrese, o no tenga ningún tipo de trauma al ser allí “abandonado” por los progenitores. O deje de llorar en clase lo que, en cualquiera de los casos, habrá de lloriquear en casa. Porque, no nos engañemos, si te sale un hijo llorón, para darte la barrila, lo lleves de mañana, lo lleves de tarde, o lo acune la mismísima Barby, le dará igual lo “adaptado” que esté.