Se nos predica que la legitimidad internacional está en Naciones Unidas, y se nos oculta que la mayoría de sus miembros no cumplen con las mínimas condiciones democráticas. Seguir con detenimiento la letra pequeña de las noticias de los periódicos, nos espanta en ocasiones. Como muestra un par de botones.
En Nigeria, acaban de asesinar a machetazos a 500 campesinos cristianos, muchas mujeres y niños, en tres aldeas de la zona de Jos, de la etnia Beriom, los autores son los pastores trashumantes musulmanes de la etnia Fulania. Estos perdieron 326 miembros en enero pasado, son disputas étnicas donde se entremezclan cuestiones económicas y religiosas. Nos preocupa la escasa relevancia de esta noticia en los medios de comunicación occidentales, y más, la poca preocupación del estado nigeriano, que ya implantó en 1999 la Sharía o ley islámica en el norte del país.
Qué sensibles son los medios de comunicación para ciertas cosas, y qué insensibles para otras. Ejercen un verdadero apagón informativo, como por ejemplo el de los 300.000 malayos que están obligados a ocultar sus creencias cristianas, por medio a represalias. Ya que su constitución les obliga a profesar obligatoriamente el islam. Apartarse de la Sharía islámica, e infringir el mandato constitucional lleva aparejado la cárcel y posteriores cursos de reeducación. Así se las gastan por Kuala Lumpur. Malasia cuenta con 25 millones de personas, con buenos índices sobre la esperanza de vida, alfabetización, población urbana, etc. Y un turismo en ascenso: ¡Viva la Alianza de Civilizaciones! ¡Qué país!
