Opinión

Peladilla a las autoridades

Hemos vivido en Tudela unos días especiales, de intensa emoción por la rabia producida por el asesinato de Javier Martínez Llort. La verdad es que cuando se ve el carácter de la gente, es en los momentos difíciles, y uno de estos lo hemos vividos estos días. Desde el primer momento el comportamiento de los familiares ha sido encomiable ¡chapó!, el de los tudelanos en general también ¡chapó!, así como el de los emigrantes ¡chapó!

Pues qué bien, todos contentos y parece que se acabó. Los presuntos homicidas detenidos, y a esperar el Juicio. Todo han sido parabienes mandados desde toda la prensa bien pensante, y todo el mundo aparentemente está encantado de conocerse por el ejemplo de civismo de los riberos. Pero para los políticos y autoridades en general, que no han dicho ¡ni mu! nuestra peladilla.

Nada han dicho de si estos asesinos, eran conocidos delincuentes de delitos menores, si eran inmigrantes ilegales, sino tenían trabajo conocido y si es lógico, que en caso afirmativo hubiesen debido ser expulsados del país. Los ciudadanos pagamos las consecuencias de tanto político “buenista e incompetente”, que en los malos momentos siempre reaccionan pidiendo calma, apelando a no legislar en caliente, y se niegan a reconocer los fallos de la Ley o de su aplicación, ya que casi siempre eluden analizar los porqués de los problemas.

Su política nos lleva a la miseria de tanto inmigrante ilegal, en situaciones verdaderamente insostenibles, sin trabajo, y en muchas ocasiones abocados a la pequeña delincuencia, que en demasiadas ocasiones, se tuercen y a veces ocurren desgracias como la que hemos vivido. No debemos dejar de preguntarnos, si en caso de tener leyes más rigurosas, y que éstas se cumpliesen, por la autoridades, evitarían estas desgracias. ¡Qué país!