Los padres cristianos, no tiene quien vele por sus intereses en la escuela pública. ¿No se puede ser Católico en la Vida Pública?, ¿es que lo público es privativo de un “laicismo” mal entendido, donde no cabe expresión alguna de carácter personal, sino actuaciones de masa?
Si tanto defendemos una pluralidad, la diversidad, la generalidad de culturas, ¿no deberíamos empezar por el respeto a aquello que ya está?.
Amigos de CEAPA- HERRIKOA, NaBai, IU, el sindicato educativo STEE-EILAS, ¿piden también de la misma manera, y con ese mismo odio reprimido, la retirada de “otros símbolos”?
Desgraciadamente es lo que se lleva, la “hipocresía” se hace con el poder, y aquellos que fueron bautizados en la fe católica por sus padres, reniegan de ella, pero con cobardía, si como “COBARDES”; ¿saben que pueden ir y dar la cara presentar su declaración de apostasía?. Pero claro quien se atreve a presentarse el día de mañana ante la Sñra. de la guadaña, con un documento escrito?, pues hasta eso perdona Jesús, que murió por ti, por mi y por aquellos que ni le conocían.
Buscar la calidad de la enseñanza, la enseñanza en pautas de libertad de elección, de garantía de igualdad de medios, de igualdad de acceso, es la función de aquellos a los que nos preocupa a quienes tenemos inquietudes, ¿no nos preocupa que quiten los crucifijos o los pongan?, son los Consejos Escolares de Centro, los padres de cada Centro escolar quienes con la Dirección de este en cordialidad, pedirán que se pongan o se quiten, ¿no son ustedes, los que pregonan tanto la independencia de gestión de los Centros?, quizás sea que les da miedo que llegue a ser así.
