Opinión

Pablo Lorente Zapatería Concejal UPSC de Castejón

Vivimos tiempos de cambios, tiempos difíciles en los que los poderes económicos con la connivencia de gran parte de las instituciones y del poder político-gubernamental, quieren hacer pagar al conjunto de la sociedad las consecuencias de un modelo económico y social obsoleto, un modelo económico y social fracasado, que ha demostrado su incapacidad de responder a las necesidades de la mayoría de la sociedad. Un modelo, el modelo capitalista, que se ha convertido en un problema en sí mismo y que nos está llevando a una situación grave en lo económico, en lo social y en lo medioambiental y que bajo el pretexto de “la crisis” está siendo aprovechado para impulsar una involución de derechos sin precedentes en décadas. Las grandes infraestructuras son parte de este modelo. Sin grandes infraestructuras no hay “progreso” nos decían y  nos siguen diciendo. Sin Tren de Alta Velocidad, sin líneas de Alta Tensión, sin pantanos, sin centrales térmicas, sin centrales nucleares, sin incineradoras, sin canteras… es imposible el “progreso” y el “desarrollo”, el “progreso” y el “desarrollo” capitalistas suponemos. Como si de un “mantra” se tratase nos repiten una mentira miles de veces, con el objetivo de convertirlo en una verdad incuestionable. No hay alternativa, es el precio que la sociedad tiene que pagar por su “bienestar” nos dicen, el precio de destruir la tierra, los ríos, la fauna, el precio de poner en peligro nuestras vidas y nuestra salud. Un chantaje intolerable que nos negamos a aceptar por ser totalmente falso...