Opinión

Ozono troposférico en la Ribera

Resulta increíble que el director general de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, Juan José Grau, haya rechazado que la superación de los valores límites de ozono troposférico en la atmósfera de la Ribera se deba a la influencia de las centrales de ciclo combinado de Castejón, cuando se sabe que las emisiones de óxidos de nitrógeno, que sí realizan este tipo de centrales, son los principales causantes del ozono troposférico, un contaminante del aire que, a elevados niveles, puede provocar efectos perjudiciales en la salud humana.

En la presentación de la campaña de 2007 de vigilancia e información del ozono troposférico de la Comunidad Foral, el sr. Grau dijo que la razón de que la Ribera, en el marco de Navarra, registre los niveles más altos de este tipo de ozono, reside en una correlación directa entre el aumento de las concentraciones de ozono y las altas temperaturas, especialmente a partir de los 35 grados. Según el director general de Medio Ambiente, las emisiones de óxidos de nitrógeno por parte de estas centrales son bajas y pequeñas frente a las del transporte. Ante estas declaraciones y las contrarias de los ecologistas, se nos antoja necesario analizar los movimientos de la curva de los niveles de este tipo de ozono en la atmósfera del sur de Navarra, antes y después la implantación de las centrales. Tal vez así saldríamos de dudas.

El Gobierno de Navarra, por otra parte, no sólo debe quedarse en el gesto decoroso de cara a la galería, presentando la citada campaña, sino que debe cumplir con su obligación de informar a la población cuando se superan los límites de ozono, cosa que no ha hecho en más de una ocasión, saltándose a la torera todas las directivas ambientales europeas en la materia. ¡Lamentable!