Opinión

Ostentar la vara de mando

Y a están repartidos uno y otros, bastones de mando, varas, o como

queremos llamarlo, pero que aunque otorguen cierta autoridad,

verdaderamente son “símbolos de servicio”, bueno mejor dicho, deberían de

ser demostrativos de servicio, y por desgracia, no es costumbre para

alguno el uso de estos símbolos de alcaldía es poder mandar, hace r o

deshacer, a su antojo, pretendiendo no dar explicaciones a nadie; pero no

es todo tan negro, hay quien sabe lo que lleva entre manos y quien sabe

que asumen la alcaldía para trabajar por sus vecinos, para servir a sus

vecinos, para poder hacer cosas buenas y necesarias por su pueblo o

ciudad.



En las tomas de posesión de las corporaciones actuales, después de este

22 de mayo, hemos tenido espectáculos más que lamentables, y sobre todo

por estas nuestras tierras del norte, los recién llegados de “BILDU” han

protagonizado imágenes “vergonzosas”, y de veras que deberían de ser

algunas suficientes para la retirada de la representación de un pueblo,

que no quería que actuarán así, (pues de ser ese el deseo, debería de

seguir el mismo camino).



En San Sebastián, Donosti, la Vieja Eraso, el nuevo “alkalde” D. Juan

Karlos Izagirre, hace lo que nunca un alcalde había hecho, sale a la

kale, a alentar a las masas, bastón en ristre, como quien blande un arma,

entre gritos de ciertos ciudadanos alentados por el mismo reclamando la

vuelta de los presos y plateando ¿cómo programa?, que con Bildu ha llegado

la primera alcaldía de izquierdas y abertzale a una capital vasca en tres

décadas.



Esos dos ingredientes fueron remarcados por el nuevo primer edil cuando

salió a la calle para abrazarse con varios cientos de personas reunidas

tras una pancarta: ``Aldaketa iritsi da Donostiara''. Gritos de

``Independentzia'' y en favor de los presos sonaron fuerte, como sonarán

dentro de los ayuntamiento “bilduneros”, ¿le hará falta mucho más a los

Tribunales?.