Opinión

Número de serie

El espíritu revolucionario del siglo pasado ya sólo queda en libros y en la memoria de los más nostálgicos. Aquellos revolucionarios se han apaciguado con el tiempo y sus descendientes han tenido un camino demasiado llano por el que poder corretear libremente y sin problemas. Con este panorama, ¿para qué y por qué luchar? Hoy se tiene la idea generalizada de que las aspiraciones de cada uno son limitadas… ¡limitadas por nosotros mismos! Es triste ver cómo cada vez más se empiezan a poner límites los jóvenes, empiezan a aspirar a menos, cuando en realidad tienen toda una vida por delante para aspirar a todo y comerse el mundo si lo desean. Eso sí, hay que avisar de que es muy probable que necesiten ese esfuerzo y sacrificio que en pocas ocasiones habrán necesitado y que habrá ocasiones en las que fracasen.

Además, últimamente los jóvenes, y tristemente, más a menudo se están apuntando los mayores, pasan de todo. Cogen el camino sencillo y marcado. Una oveja más para el rebaño. Pero todo rebaño es llevado por un pastor y raramente se conocen sus verdaderas intenciones y los caminos por los que te llevará. ¿Dónde está ese pensamiento crítico para opinar? Nos asentamos a un lado de la acera y lo que haga el de delante, a repetir como palabras como los loros o gestos como los monos, independientemente de si está bien o mal, para eso ya ha habido antes uno que lo ha pensado por tí.

Leemos un periódico o vemos un telediario y con ello ya creemos que tenemos el conocimiento de la verdad. Pero no nos damos cuenta de que la VERDAD puede tener diferentes perspectivas y dependiendo del modo en que te lo enfoquen te crearán un pensamiento u otro. Por eso, cuanto más veas, escuches y leas, más podrás acercar a esa idea utópica de la VERDAD y menos te podrán manipular.

En fin, hoy las personas estamos dejando de ser nombres para pasar a simples números. Y mira que nos lo avisó Pink Floyd en el ‘79: “después de todo, sólo eres un ladrillo más del muro”, ese muro que deberíamos derribar y, sin embargo, cada día tiene más ladrillos.