Opinión

No a la transitoria cuarta de la Constitución del Reino de España

La transitoria cuarta de la Constitución española permite a la provincia española de Navarra entrar a formar parte de la comunidad autónoma vasca, siempre que los ciudadanos navarros los refrenden en consulta. A simple vista se puede considerar un adelanto en la unidad de los territorios vascos dentro del Reino de España. Se formaría un lauburu dentro de Euskadi. Navarra perdería su estatus de Comunidad Foral diferenciada, cosa a la que se oponen los políticos regionalistas de U.P.P.N. y sus aliados políticos Convergentes. Los del Partido Socialista Obrero Español en Navarra también están en contra, aunque veremos después de las elecciones si se alían con los de Nafarroa Bai, e incluso con Izquierda Unidad, partidarios de la incorporación de Navarra a la Comunidad Autónoma Vasca, o País Vasco Español.

Particularmente, algunos partidarios de la soberanía estamos en contra de la transitoria cuarta. Nos daría igual incluso que la eliminaran de la Constitución del Reino de España. Esto no significa que sea por los mismos argumentos que los políticos de U.P.P.N. y Convergentes, sino por nuestro planteamiento de soberanía. Desde este planteamiento consideramos que lo que hay que conseguir es que el Estado Vasco, que es Navarra, vuelva a estar en los mapas políticos de Europa y el mundo. Desde la base histórica de la independencia de este Estado, con respecto al de los estados vecinos de Francia y España. Conseguir que en todos los territorios de Euskal Herria se lleve una política de recuperación de la memoria histórica, para que así los vascos independentistas vuelvan a cerrar filas sobre la idea de recuperación de la soberanía. Esa soberanía existente en el Estado Político de Baskonia, Nabarra.

La incorporación de Navarra a Euskadi sería un retraso a las aspiraciones de la soberanía de los vascos. Euskadi no ha existido como Estado, como se puede comprobar visitando y admirando las paredes de la Casa de Juntas de Gernika, donde se puede admirar a todos los señores de Bizkaia, que pasaron de navarros a castellanos. La idea de intentar recuperar la independencia quedaría totalmente excluida. Además los territorios históricos del País Vasco francés no estarían incluidos. Por lo tanto, lo que hay que intentar es la unidad en torno a Navarra. Deberíamos comenzar por la unidad de sus merindades, rompiendo así la frontera franco-española, interponiendo de nuevo el estado vasco de Navarra, en el cual, en su constitución, se podría poner una transitoria para la recuperación de los demás territorios, perdidos en las sucesivas invasiones.

Un donostiarra, militante de Eusko Alkartasuna, me hizo comprenderlo con más claridad, en una conversación al respecto. Según él, “La Comunidad Foral de Navarra todavía lo tiene mejor, aún le queda la Ley Paccionada”. Y eso que esta ley conlleva la perdida del propio autogobierno, a modo de Estado, que sostenía desde la invasión de 1512 hasta el final de la primera guerra carlista, acabada con el abrazo de Bergara, en el 1839. Las consecuencias de esa guerra, por la sucesión al trono de España y Navarra, hicieron que a partir de 1841 se convirtiera en una provincia más del Reino de España. ¿Cómo poder conseguirlo dentro del estatuto de la Comunidad Autónoma Vasca? ¿Tenemos un Plan? Mejor dicho ¿Hay otro plan, señor Ibarretxe?