No es de extrañar que el 91% de los españoles crea que los políticos son corruptos. Según se desprende del último barómetro de la Unión Europea, la corrupción es el mayor problemas de Europa, con unos costes económicos que ascienden a más de 120 billones de euros al año. Así, el estudio desvela que los europeos asocian y dan por hecho que la corrupción está vinculada a la clase política, ya que las tres cuartas partes de los europeos, y el 88% de los españoles, considera que la corrupción está presente en todos los niveles de la administración, de manera global, auntonómica y local. Además, la percepción de los españoles sobre los políticos ha empeorado en los últimos tres años, coincidiendo con la crisis económica. De modo que si atendemos al Barómetro Global de la Corrupción 2010, el 73% de los españoles percibían un alto nivel de corrupción entre los partidos políticos. Datos que ya habían empeorado considerablemente respecto al año anterior. Ahora, según el último barómetro, los españoles, en un 93%, aprecian signos de corrupción y están convencidos de que en las instituciones nacionales la hay, por lo que no queda otra que, para mejorar sus niveles de confianza y
credibilidad, esa casta política que aspira a dirigir a la sociedad, además
de contar con un mayor nivel cultural, académico e intelectual -del que siempre se habla, pero nunca se exige- debe hacer una profunda reflexión y, al igual que la economía y la propia ciudadanía, reinventarse...
