Opinión

Necesitamos el autobús de la vida como hasta ahora

El Gobierno de Navarra ha puesto en cuestión el actual autobús inter-hospitalario entre Tudela y Pamplona, para nosotros el Autobús de la Vida. No nos tranquiliza que nos anuncie que seguirá unos meses más, mientras nos dice que barajan posibilidades tales como la parada del autobús de línea regular en los hospitales o una reducción drástica de los servicios. Necesitamos el autobús en las condiciones actuales, tal como ha requerido por unanimidad el Ayuntamiento de Tudela o más recientemente el de Cintruénigo. Los 100.000 euros que destinan a nuestro autobús, no tienen destino más útil. Por eso nuestros Ayuntamientos van a seguir adoptando acuerdos y nosotros vamos a seguir recogiendo firmas y organizando actos de apoyo a nuestra solicitud de mantenimiento del Autobús de la Vida, tal y como se presta en la actualidad.

Y no es solo, que también, por el hecho de que hay personas que pueden abandonar sus tratamientos si tienen que costearse el viaje durante mucho tiempo. Es mucho más. El autobús, no es para nosotros solo un medio de transporte. Es un apoyo terapéutico y un medio de igualdad con quienes acceden a los Servicios Médicos que precisan en la misma zona en la que viven, ya que el autobús no es solo para enfermos oncológicos, sino que está dirigido a aquellos pacientes del sistema sanitario público que han sido derivados desde el hospital comarcal a un centro de asistencia especializada de Pamplona . Y, sobre todo, el autobús es un medio para llevar a cabo con dignidad, e incluso con apoyo terapéutico, los 200 kms que tenemos que hacer para acudir a una cita de un especialista, o para recibir en unos casos tratamientos radioterápicos, en otros neurológicos, etc. Quienes sí acudimos a tratamientos, en nuestro Autobús, no tenemos que dar explicaciones por nuestra situación. Es duro de por sí, en condiciones físicas difíciles, realizar esos 200 kms al día. A veces, durante más de treinta días seguidos. Pero la mutua compañía y comprensión entre quienes usamos el autobús, la complicidad que se genera entre quienes sabemos lo que sentimos por los tratamientos y el desplazamiento, el compañerismo cuando hay días en los que alguna de las personas que viajan está en baja condición física o psíquica, entran de lleno en la competencia sanitaria. Salud, no puede desentenderse y ver el tema como una mera competencia de Transportes. Por eso, las explicaciones dadas ni nos tranquilizan ni nos solucionan nada. Hablamos de 200 kms. Pónganse en nuestro lugar.