Opinión

Navarra, una reflexión desde la izquierda

Durante los dos últimos años, están teniendo lugar en el escenario político navarro una serie de movimientos en los partidos, cuya clave central, en lo que compete a nuestras preocupaciones, se encuentra en el cambio de orientación del PSN, que tras renunciar a agrupar las fuerzas políticas necesarias para el cambio, ha pasado a sostener el gobierno de UPN. Para dar un giro a esta situación, es preciso que el PSN perciba cómo va fortaleciéndose, organizándose, haciéndose operativo un entendimiento entre las fuerzas que nos movemos a su izquierda.

Estamos acercándonos al ecuador de la legislatura y quienes estamos realmente por el cambio político debemos hacer un esfuerzo extraordinario para adecuarnos a las diversas y particulares situaciones que caracterizan a Navarra, y tejer en cada territorio una forma específica de confluencia de las energías por el cambio, sin que por ello hayamos de renunciar a nuestros objetivos e identidades propias. Sin menospreciar ningún cauce de comunicación y entendimiento, pienso que el espacio municipal ofrece unas condiciones especialmente interesantes. Hoy, más de la tercera parte de la representación municipal se escapa al control del PSN y UPN, desde la izquierda, y tiene las manos libres para arremeter contra todo tipo de tejemanejes y chanchullos. Un ejemplo reciente lo tenemos en Peralta, cuyo alcalde, perteneciente a la Unión Peraltesa de Izquierdas (UPEI), emitió el único voto contra el mantenimiento del Polígono de Tiro en Bardenas.

En esta dirección, Na Bai puede tener un papel determinante. Su diversidad interior, aunque no exenta de conflictos, es enriquecedora y le facilita comprender la variada realidad Navarra. Una prueba elocuente de tal flexibilidad en materia electoral, es la que llevó a cabo en las elecciones municipales de 2007, en las que en una docena de localidades del norte de Navarra, Na Bai renunció a su sigla para dar protagonismo a los partidos que componen la coalición, lo que no afectó a sus resultados en las elecciones al Parlamento de Navarra o al de España. En el horizonte venidero, hemos de dar un paso más. En Navarra persiste un fenómeno excepcional. Se trata de la presencia en la escena política de un gran número de concejales que forman parte de agrupaciones locales de izquierda. Sería interesante ahondar en las razones de dicho fenómeno, si bien parece obvio que junto a una tradición que tuvo fuerte presencia en los primeros años de ayuntamientos democráticos, uno de los motivos es el hecho de que en la actualidad los partidos políticos en escena no resultan adecuados para agrupar las diversas sensibilidades de izquierda que caracterizan esas localidades.

En el seno de estas agrupaciones conviven personas sin adscripción política y quienes simpatizan con uno u otro partido, incluida Na Bai, teniendo como voluntad compartida el desarrollo de una política unitaria de izquierdas en su localidad. En la actualidad contribuyen de una forma determinante a cuestionar el monopolio compartido de poder que ejercen UPN-PSN en los ayuntamientos. Este agrupamiento tiene una considerable importancia en la perspectiva de cambio político en Navarra, y es fuente de preocupación para los partidos que hoy gobiernan, más aún a partir de que el apoyo del PSN a UPN haya generado descontentos y abandonos en su seno que se orientan en esta misma dirección. En Na Bai no podemos ignorar este fenómeno considerando que no va con nosotros, y mucho menos verlo como competidor. Por una política de izquierdas más allá de cualquier interés partidista, e incluso por el bien de la propia coalición, allá donde se den las circunstancias adecuadas, que confluyen a menudo allá donde ya existen estas agrupaciones de izquierdas, tenemos que ser animadores de tales dinámicas y formar parte de ellas sin recelos. En las elecciones generales del pasado año, Na Bai obtuvo el 4,6% de los votos en la Ribera, un buen resultado teniendo en cuenta las peculiaridades del territorio y de la propia coalición, que cuatro años atrás sacó el 3,28%. Para seguir avanzando hemos de ser sensibles a las particularidades territoriales y adoptar una posición flexible e inteligente. Na Bai debe establecer un diálogo con las agrupaciones locales de izquierdas, apoyándolas desde dentro y desde fuera, poniendo a su servicio los notables recursos de su representación institucional.

En esta andadura, Na Bai, además de contribuir al fortalecimiento de las izquierdas, lejos de perder protagonismo puede resultar fortalecida. La coalición está fuertemente marcada por la proyección de una imagen nacionalista que a pesar de no responder a su pluralidad interna, contribuye a que la asignatura pendiente sea su reconocimiento como una fuerza de izquierda propia de la sociedad Navarra. Esto tiene que ganárselo palmo a palmo, en el quehacer cotidiano. Para ello, Na Bai debe hacer propuestas políticas y sociales desde la izquierda y desde la realidad navarra, pero sobre todo, tiene que ser y aparecer ante estos sectores como una fuerza plural, abierta, respetuosa y servicial, que busca de verdad – más allá de las palabras - agrupar la energía social y política a la izquierda del PSN. Y que trabaja sin obsesiones partidistas, sin obcecarse en poner su sigla en todas las candidaturas locales.

A estas alturas, el entendimiento entre UPN-PSN tiene cierto asentamiento y hay muchas posibilidades de que se prolongue más allá de la legislatura en curso. Na Bai debe encarar el futuro con serenidad, de forma creativa. Se trata de realizar un trabajo paciente, poner la mirada en el medio plazo ofertándonos con modestia y actitud de servicio al encuentro de todas esas fuerzas culturales, sociales y políticas que realmente estamos empeñadas en el cambio político en Navarra. Las pautas indicadas más arriba son, a mi entender, las más adecuadas para fortalecer el espacio de izquierdas, ensanchar Na Bai, ganar credibilidad y afrontar el devenir con sana ambición, preparando el terreno, siempre con las manos abiertas para que las izquierdas navarras avancen. Y para que, contando con este empuje, en el futuro también el PSN vuelva su mirada a la necesidad de un cambio de gobierno en Navarra por y para la izquierda.