Opinión

Navarra cede en educación

No sé, o mejor no quiero saber a que obedece lo que considero que podría

llegar a calificarse de claudicación, y llevado al extremo de dejación de

funciones con respecto de la política de partido en lo referente a

educación.

Está bien, más que bien que tengamos unos socios en el Parlamento de

Navarra e incluso que podamos compartir con ellos labores y

responsabilidades de gobierno, pero entiendo, y abierto estoy a

correcciones, que tenemos que mantener una determinada línea de actuación,

que al menos sea coherente con la idea de gobierno que los votantes

pretendían de nosotros al depositar el voto.

Pues en materia educativa no es así. Y me remito. A todos, a más de uno se

le comenzaron a revolver las tripas con solo pensar que en manos de quien

podía haber caído la Consejería de Educación, de conseguirse llevar a

efecto el pretendido pacto de “todos contra UPN”.

Con el tiempo, con los meses de verano, salvamos la situación, negociamos

con Ferraz, una serie de cosas, con la pretensión clara y que no pongo en

duda, de conseguir el bien para Navarra, y seguro que esto es mejor que

otras posibilidades, pero se nos va de la mano.

El nombramiento del nuevo Presidente del Consejo escolar de Navarra, es

una muestra, pero desgraciadamente una de tantas, una de demasiadas. La

educación una por otra, la estamos dejando de la mano, la hemos dejado de

la mano hace años, y así nos luce el pelo. Es en los libros de texto,

donde haciendo honor a la verdad, a la verdadera historia, tenemos que dar

a conocer a los niños, la identidad, donde tenemos que dar a conocer a los

niños, con la objetividad necesaria las raíces de la lengua, de la

cultura, de la religiosidad de esta tierra, y digo dársela a conocer, no

imponerla. Y esto no se esta haciendo, se esta dejando que otros impongan

y manipulen.

Al recientemente nombrado Presidente del Consejo escolar de Navarra, se le

cesó como Director General de Educación el veintitrés de septiembre de mil

novecientos noventa y seis (BON 117, de 25/09/1996), y el Decreto Foral lo

firmó al que ahora sustituye, y entonces Consejero de Educación.

Por supuesto, no pretendo, ni mucho menos entrar a ponderar la

capacitación profesional de quien ha sido designado por el Departamento de

Educación en delegación del Presidente de Gobierno, pues se trata de un

hombre que lleva bastante más de 30 años en la docencia, y conoce muy

bien sus entretelas, lo que pretendo dejar claro es que en educación, que

es la sociedad de futuro, es donde más hincapié debe de hacerse por todos,

por la sociedad en pleno, una política de las llamadas de “Estado”, de

esas que buscan y se empeñan en el consenso para conseguir con ello un

planteamiento de futuro, que fruto del consenso y de las pretensiones del

buen hacer, de cómo resultado la implantación de un sistema, que resuelva

gran parte de los problemas, que son acuciantes y urgentes.