Opinión

Miguel Sanz Sesma - Presidente de Navarra

El Día de Navarra, festividad de San Francisco Javier, Patrón de Navarra, dijo que “en esta fecha celebramos nuestra convivencia, el impulso conjunto que siglo tras siglo han protagonizado las mujeres y los hombres de esta tierra para salir adelante, para superar los problemas y alcanzar nuevas y más altas cotas de progreso, de cultura, de bienestar, de paz y de libertad. El Día de Navarra se reviste del hondo significado de la tradición pero entraña también el gran valor de mirar juntos al futuro, de renovar personalmente nuestro compromiso con esta comunidad, aportando lo mejor de nosotros, nuestras iniciativas, nuestro esfuerzo para hacer una Navarra cada vez más moderna y avanzada, cohesionada social y territorialmente, consciente de los problemas del mundo y solidaria con los demás, especialmente con quienes más necesitan... En este año 2009, celebramos el Día de Navarra en un clima de dificultades económicas, tónica general en el conjunto de las naciones del mundo, que incide especialmente en el aspecto más demoledor para el equilibrio de una sociedad, como es la destrucción de puestos de trabajo. La carencia de empleo no es sólo un indicador económico, una merma de la riqueza de un país, ¡es mucho más que eso!, el desempleo es una lacra que afecta a quien la sufre directamente, a sus familiares y al conjunto de la sociedad, es un mal que genera desánimo, frustración, inseguridad y abatimiento. Por eso, la creación de empleo, el impulso de nuevas iniciativas generadoras de puestos de trabajo y la consolidación de las empresas ya existentes constituye el objetivo principal de todas nuestras políticas, el horizonte de todas las actuaciones, la meta de todos nuestros esfuerzos...

Debemos tener confianza en nosotros mismos y transmitir esa sensación a todos... ”.