Opinión

Mi adiós a mi buen amigo Carlos

Quisiera a través de estas líneas mostrar mi tristeza y pena por la muerte de una persona tan trabajadora, humilde, noble y leal, sobretodo con el PSN-PSOE, y todos los que le rodeamos tanto a nivel personal como político.

Desde aquel aciago día del mes de Abril de 2006 en que colocaron en Ferraz el cartel de SE BUSCA CANDIDATO PARA NAVARRA, la frustración fue su compañera hasta la campaña electoral de las elecciones de Mayo de 2007 sin que nadie se lo notáramos.

El ardor y energía que ponía en los mítines, sabiendo que los frutos de tanta entrega y tanta lealtad con el partido no iban a ser para él, lo que tuvo que soportar junto a Isabel y sus hijas de algunos dirigentes de la dirección federal del PSOE, eso fue lo que poco a poco fue minando su vida y también las traiciones y deslealtades de los propios compañeros de partido que son las que duelen de verdad, ya que cuando vienen de los adversarios políticos se pueden comprender porque entra dentro de la normalidad política.

En este sentido puedo imaginar lo que sentía, porque aunque a nivel local, he sentido algo similar, y puedo asegurar que duele ver cómo los demás no valoran ni reconocen el trabajo y la entrega realizada, aunque allá ellos, los unos y los otros, pues al final cada uno tiene lo que se merece, y en el caso de Carlos todos hemos podido comprobar, que su entrega y trabajo no fue en vano, ahí están esos merecidos 107.324 votos que obtuvo el 9 de marzo de los ciudadanos navarros y la multitudinaria despedida que le brindamos todos lo que le quisimos.