Las emisiones directas de gases de efecto invernadero en Navarra mantienen una línea descendente desde 2011, y en 2013 (último año registrado), se redujeron un 4,3% frente al año anterior. Aunque la emisión ha aumentado un 28,7% respecto al año 1990, Navarra ha cumplido los objetivos del Protocolo de Kyoto, según se recoge en el inventario realizado por Medio Ambiente. Las emisiones directas son las que se producen físicamente como consecuencia de actividades de combustión, procesos industriales o producción asociada al sector primario.
El total de emisiones directas de gases de efecto invernadero en 2013 fue de 5.635.694 toneladas, de las que 3.454.711 correspondieron a energía, 1.378.195 a agricultura, 596.183 a procesos industriales, 184.623 a gestión de residuos y 21.982 toneladas a uso de disolventes.
Así, en 2013 continuó el descenso de las emisiones observado desde 2009, con excepción del repunte registrado en 2010. Este descenso se registró principalmente en el sector de la Energía, producto de una nueva caída de la producción de energía eléctrica de los ciclos combinados, que ha supuesto un menor consumo de gas natural y, por tanto, una reducción de emisiones en torno a 180.000 t CO2-eq. También se ha producido un significativo descenso en el sector de procesos industriales, debido al clima de crisis, que ha incidido de manera notable en la industria. Razón por la que no debemos lanzar las campanas al vuelo... Cuando las centrales de Castejón están en marcha, los niveles de contaminación se disparan.
