La DGT ha mostrado públicamente su satisfacción porque este verano ha descendido el número de personas fallecidas por accidente de tráfico en las carreteras españolas. De hecho, la de por sí triste cifra de muertos ha retrocedido a números que se daban hace 50 años, cuando apenas existía parque móvil de vehículos comparado con hoy en día.
En cualquier caso, el dato positivo no debe hacer bajar la guardia ni al usuario ni a la Administración, que se queda muy corta a la hora de reducir puntos negros y otras deficiencias de las carreteras, y sólo se preocupa de recaudar con unas multas pensadas más para el beneficio económico, que para la mejora de la conciencia conductora colectiva.
