Opinión

Marcha contra el Polígono de Tiro "Zergatik?"

Zergatik?, Why?, ¿Por qué?... Y así en varios idiomas más decía una camiseta que se llevó mucho a mitades de los noventa. Nos preguntábamos entonces el porqué eran necesarios los ejércitos, el servicio militar obligatorio o la P.S.S. (Prestación social sustitutoría) porque era necesario salir de tu casa, abandonar estudios, trabajo, familia, pareja… tu vida al fin y al cabo para cumplir con la patria, con la bandera, para ser garante de la unidad de España y por supuesto para aprender a matar, oprimir, torturar a pueblos que muchos ni tan siquiera podríamos localizar en un mapa. Nos preguntábamos cómo podía alguien hacerse un hombre de provecho dando barrigazos por el suelo, corriendo decenas de kilómetros con una mochila pesadísima a la espalda para no ir a ningún sitio, aguantando los gritos de un superior que te humillaba delante de tus compañeros si no eras capaz de realizar los ejercicios, soportando las novatadas de los que ya estaban para acabar, bromas vejatorias, crueles, sin ningún sentido e incluso a veces asesinas. ¿Seré yo un hombre de provecho el día que sea capaz de odiar a mis semejantes? Querían un sumiso rebaño de borregos que saltase a la voz de ar!! Querían jóvenes que se convirtiesen en héroes al volver a su casa en un avión dentro de una caja de pino cubierta con su maldita bandera. Querían mano de obra barata (perdón he querido decir gratis) para cubrir puestos en ayuntamientos, en servicios sociales, decían, tales como limpiar polideportivos, pegar sellos o repartir la propaganda municipal y tantas otras estupideces que se le ocurriesen al alcalde de turno (buena jugada pues hicieron de un problema militar uno civil, se lavaron las manos, pero no les desapareció la sangre).

No fuimos pocos los que les dijimos que no, que no comulgábamos con sus retrogradas ideas. Les dijimos que no y aquel acto de rebeldía nos sirvió para conocer su justicia, a nosotros nos mandaron a la cárcel por no querer aprender a matar, nosotros entrábamos por una puerta y por la otra salían los asesinos del G.A.L., los políticos corruptos o los banqueros más listos que ha visto este país.

Fuimos cientos los encarcelados, miles las personas que se autoinculparon con nosotros cientos de miles las personas que tomaron las calles pidiendo nuestra libertad, la eliminación del servicio militar obligatorio y la desaparición de los ejércitos.

No fuimos los primeros, esta lucha era tan vieja como el servicio militar, pero si fuimos los últimos, acabamos con la “mili” les ganamos una mano pero no la partida.

El ejército, hoy “profesional” sigue existiendo, siguen llegando los cuerpos de jóvenes muertos y siguen los mismos oprimiendo, masacrando y exterminando pueblos por intereses económicos.

Son estos intereses económicos los que en este pasado mes de diciembre han servido para volver a condenar a los insumisos y a toda la sociedad Navarra a veinte años más de condena.

Vivimos a escasos kilómetros de un mortal polígono de tiro, aquí se entrenan los aviones que procedentes de toda Europa o de Estados Unidos luego bombardearán Irak, Afganistán o cualquier otro país que entre en guerra (misión de Paz, lo llaman) con sus aliados de la O.T.A.N.

La avaricia de veintidós ayuntamientos (bueno uno no es ayuntamiento, es un convento de monjes, -¡que la paz del señor sea con vosotros!-), nos va a hacer sufrir durante veinte años viviendo con la incertidumbre… ¿se caerá un avión? ¿Y si se escapa una bomba? ¿Será cierto que usan uranio empobrecido? Y todo esto por dinero, bombas por dinero, dinero que llegará a las arcas municipales manchado de sangre, en una caja de pino y cubierto con su maldita bandera, pero al fin y al cabo dinero, dinero, dinero, ¡qué asco me dais!

Para quien no lo sepa todo esto pasa en las Bardenas Reales de Navarra, parque natural y reserva mundial de la biosfera, aquí hay cultivos de cereal y ganado lanar, todavía hay pastores de Roncal o Salazar que bajan sus ovejas a pastar como antaño, los últimos trashumantes y por encima de sus cabezas los aviones de los asesinos rompen una y otra vez la barrera del sonido.

Si, se ha firmado con el ministerio de defensa (de la guerra lo llamaría yo) por veinte años más, la señora Chacon quiere jugar aquí con sus aviones y con los de sus amigos, nos ha convertido en objetivo militar para todos esos países en los que la OTAN realiza misiones de Paz, tenemos misiles apuntando a nuestros pueblos, Arguedas, Valtierra, Carcastillo, Cabanillas, etc.… estarán en la hoja de ruta de sus enemigos.

Pero no debemos darnos por vencidos, al fin y al cabo somos más que ellos y este próximo año cuando recorramos los kilómetros que separan el termino conocido como Los Aguilares de las puertas del polígono de tiro como en aquellas luchas de entonces todos juntos debemos gritar: no al polígono de tiro, fuera militares de las Bardenas, ejércitos abolición y todo aquello que les demuestre que estamos vivos y que no nos vamos a rendir.

Tengo justo delante el tríptico que convocaba a la primera marcha contra el polígono de tiro y acababa así: ¡Acude a todos los actos y en especial súmate a la “I MARCHA CONTRA EL POLIGONO DE TIRO DE LAS BARDENAS”!

Asamblea antipoligono-poligonoaren aurkako asamblada (la componen ADMAR, A.I. Ribaforada, AIT-BATZARRE, ASAMBLEA DE MUJERES, ASOCIACIONES DE VECINOS, C.C.O.O., C.S.I, E.A., E.M.K., E.S.K.-C.U.I.S., GAZTE-LEKU, H.B., I.U., JARRAI, KEMEN, LANDAZURIA, P. Carlista y P.C.