Opinión

Malos tratos y malas tretas

Cada día somos conocedores de noticias sobre maltratos y violencia hacia la mujer. Se ha creado una Ley para defenderla y esto ha supuesto un avance social. Esta Ley está para evitar en lo posible los abusos y maltratos tanto físicos como psicológicos. Pero ¿se ha hecho una buena definición del maltrato? Es ahí donde la buena intención de la Ley está fallando. Cuando hablamos de hombre y mujer, todo el mundo se crea unos estereotipos mentales que son muy difíciles de erradicar, a pesar de vivir en el siglo 21. Todavía se sigue considerando al hombre como un ser más fuerte y que tiene dominio sobre la mujer, por lo tanto, se etiqueta a todos en el mismo lugar.

Seguimos creando nuestra propia opinión respecto a todo lo que nos rodea y no nos planteamos, que lo que primero somos, es personas. Todos los hombres no son iguales, por mucho que alguien no piense lo mismo, o ¿acaso alguien piensa que todas las mujeres somos iguales?

Cuando la mujer denuncia un caso de maltrato, inmediatamente recibe el apoyo de cuatro o cinco instituciones entre el abogado de oficio, el fiscal y las asociaciones contra la violencia, mientras que el hombre solo tiene a su abogado y, si luego pretende acusar por denuncia falsa, se encuentra ante la dificultad de "demostrar un hecho en negativo, es decir, que ella no se equivocó al denunciar". Cuando a un hombre se le denuncia, inmediatamente pasa a disposición judicial y hasta que no se demuestra lo contrario, permanece en la cárcel bajo llave durante días.

Gracias a su sufrimiento de las mujeres realmente maltratadas, otras mujeres egoístas e insolidarias se aprovechan para sacar tajada a su costa.El continuo lavado de cerebro por parte de los medios de comunicación españoles para que todo el mundo se entere de todas y cada una de las muertes de mujeres ocurridas en España, con todo lujo de detalles, no han hecho otra cosa que crear una gran alarma social haciendo creer que cada hombre español es sinónimo de asesino maltratador en potencia. Según Francisco Serrano, un Juez de Sevilla, de los casos denunciados en el Juzgado de Violencia de Género, solo el 14% responde a violencia habitual y el 86% restante "son situaciones de ruptura de pareja en las que se dicen de todo menos guapo".

La mujer no tiene que presentar pruebas, basta con que denuncie para que todo el sistema se ponga en marcha y el hombre es detenido y tratado como el peor de los terroristas. Esto da pie a que muchas mujeres sin escrúpulos, cansadas de vivir con su esposo y deseando tener una vida nueva, hacen uso de esta oportunidad que les ofrece el Estado para arreglarlo todo y encima tienen como guarda-espaldas a los agentes de la policía y la guardia civil, privando de tal privilegio a las que son verdaderamente maltratadas y no evitando que puedan ser asesinadas.

Según esto, uno se pone a reflexionar pensando qué es lo que ha pasado en ese 86 %. Luego te vas enterando de que son arranques de ira que pretenden conseguir una ventaja, sobre todo en el caso de separaciones, como la custodia de los hijos, mejoras económicas, etc. Es por lo que ha resurgido lo que se llama “hembrismo” que considera a la mujer como un ser inferior necesitado de protección especial, una situación que le recuerda a la ideología de la Sección Femenina de la Falange, que también practicaba la discriminación positiva aunque desde un "machismo cavernícola". Hace poco me comentaba un compañero de trabajo, sobre una compañera que tuvo una vez, a la que se le ocurrió la feliz idea de denunciar a su marido por malos tratos, para conseguir un traslado que nunca le daban y lo consiguió. Luego resultó ser falso, pero ella consiguió lo que buscaba.

Hay hombres, que son víctimas del chantaje emocional de muchas mujeres. Una mujer realmente maltratada, suele ser una mujer sumisa. Hasta que decide denunciar todo lo vivido, pasa un cierto tiempo. La que denuncia de buenas a primeras, por lo general, no es una mujer maltratada.(Se debería denunciar siempre inmediatamente que ocurre algo, pero no es así). Si el avance que hemos logrado para poder frenar los malos tratos es puesto en tela de juicio por aquellas mujeres que se aprovechan de la situación para hundir a sus ex, es cuando hay que tomar medidas en el asunto y se debería castigar de la misma forma a quien declara falsos testimonios. Con esos falsos testimonios está haciendo un daño irreparable. En un instante puede hundir la vida de un hombre. Ese hombre queda estigmatizado para siempre, aunque posteriormente salga absuelto. Después de demostrar su inocencia, puede perder el trabajo, e incluso amigos y es señalado con el dedo.