Opinión

Los pecados de Monseñor

En un alarde de cinismo, el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, monseñor Fernando Sebastián, se ha permitido el lujo de salir al púlpito y recomendar a qué formaciones políticas es más aconsejable votar para defender la Fe. “Un valor testimonial que puede justificar un voto”, asegura pecaminosamente.

En un documento titulado “Situación actual de la iglesia; algunas orientaciones prácticas” -que hasta ayer mismo se podía encontrar en la web www.iglesianavarra.org- Monseñor imparte doctrina electoral a diestro y siniestro alejándose de la palabra del Señor y acercándose, laicamente, a la del Hombre. ¡Menudo pecado!

Así, la persona que más reprocha a la política y los políticos actuales que están aplicando un arrinconamiento galopante de la religión, se permite hacer campaña e inmiscuirse en cuestiones civiles que en nada atañen a su Iglesia, entidad que además de no pagar impuestos por su patrimonio, cuenta con una doctrina social más que particular, desosa de determinar y condicionar el camino del desarrollo espiritual de las personas, en un alarde de ¿admirable? piedad y entrega.

Sinceramente, creía que Dios estaba en todas partes, pero, al parecer, ahora que puede votar, sólo se le puede encontrar, como es obvio, “a la derecha del Padre”, en la parte del público donde hay más dinero, -perdón, “caridad cristiana”, han dado en llamarla-.