Estos días, la práctica totalidad de centros escolares de nuestra Comarca comienza sus vacaciones de verano. De este modo, los chavales llegan a casa con casi tres meses de asueto por delante, cuestión que, sin duda, es un drama o, cuando menos, un problema para las familias. Aquellos padres que trabajan deben organizar sus vidas para, más allá del periodo de sus propias vacaciones laborales -el que las tenga y las pueda disfrutar-, atender a unos niños para los que proliferan campamentos y otras alternativas lúdicas y educativas, si bien se echa en falta que, desde lo público, se facilite, aún más, la ocupación -provechosa- de su tiempo libre: ¿Porqué no se abren los centros escolares en verano, como punto de encuentro infantil?
