Opinión

Los ingenieros industriales y el cierre prematuro de Garoña

Ante el despropósito que supone el cierre de la central nuclear de Garoña antes de la fecha unánimemente dictaminada por el Consejo de Seguridad Nuclear, los ingenieros industriales, desde sus instituciones profesionales de carácter nacional: Consejo General de sus Colegios Oficiales y Federación de Asociaciones de Ingenieros Industriales de España, desean exponer su criterio ante la sociedad en general y ante el Presidente del Gobierno en Particular, dentro del mayor respeto a su persona.

Manifiestan su desacuerdo con la decisión del Gobierno de cerrar la central nuclear de Santa María de Garoña dado que dicha instalación, como avala el dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear, cumple con todos los requisitos para mantener su vida útil hasta el año 2019.



Por lo que se refiere a la seguridad, el dictamen ratifica que las condiciones de seguridad se adecuan a los más exigentes requisitos de los órganos reguladores nacionales e internacionales como consecuencia de las importantes inversiones en seguridad y puesta al día realizadas hasta el momento.



Por lo que se refiere a la generación de energía eléctrica, la central tiene una producción anual de 4.000 millones de Kwh. Su abandono, aunque sea parcialmente cerrando Garoña en 2013, significa más gasto, pérdida de autonomía y de competitividad al renunciar a una energía más barata que es justamente lo contrario de lo que se está haciendo en la U.E. No hay que olvidar que la central de Garoña está amortizada.

Por lo que se refiere al medioambiente evita la emisión de 5 millones de toneladas anuales de CO2, teniendo por otro lado un récord a nivel mundial en ausencia de incidentes que afecten a la seguridad interna o externa.



Desde el punto de vista social, la central de Garoña da trabajo a unas 1000 personas entre empleos directos e indirectos. Su eliminación antes de tiempo, sin que medie una causa puntual grave que afecte al normal funcionamiento de la central, nos parece que denota una gran insensibilidad social.



Desde el punto de vista técnico desean indicar al Sr. Presidente del Gobierno que sería conveniente que se asesorase por personal cualificado para hablar de temas de energía eléctrica, campo en el que los conceptos no son evidentes salvo para los expertos debidamente formados. Así, decir que sustituiremos Garoña por energías renovables es, sintiéndolo mucho, una equivocación técnica, porque no pueden mezclarse renovables con energía de base en cualquier proporción. Efectivamente, el sistema eléctrico, compuesto por las centrales eléctricas, las líneas eléctricas, las subestaciones y las instalaciones receptoras, está sujeto a un equilibrio dinámico ya que debe recibir de las centrales en cada momento la misma energía eléctrica que consumen los receptores, lo que origina que sea un sistema inestable. Cualquier perturbación, como un cortocircuito o un rayo, puede hacer que las protecciones de una línea importante abran ésta dejándola inactiva, con lo que se modifica la carga de los elementos del sistema que estén próximos. Si esta modificación brusca no se soporta, la inestabilidad del sistema se manifestará abriendo mas líneas y extendiendo la perturbación a una zona, que puede ser muy amplia, donde se producirá un apagón, del que todos deseamos huir por razones obvias.



La estabilidad del sistema eléctrico exige que la energía eléctrica que se le aporta sea, en una proporción grande, energía de base que es la que generan las grandes centrales hidroeléctricas si hay agua suficiente, que no siempre se tiene, las grandes centrales térmicas que consumen combustibles fósiles, tan malos para el efecto invernadero, y las centrales nucleares. La energía de las demás centrales, que generalmente no son programables, entre las que están casi todas las renovables, hay que incorporarla al sistema en proporciones limitadas y con mucha atención. El sistema eléctrico español, operado por Red Eléctrica de España, dispone de unos medios tecnológicos muy avanzados, quizá los más avanzados del mundo, lo que nos permite admitir cada vez más energía eléctrica en el sistema que no tiene el carácter del energía de base, pero el estado del arte es ese y hoy por hoy existen limitaciones insalvables si queremos la estabilidad en el sistema eléctrico.



Nosotros abogamos por la utilización de todas las energías disponibles porque nos son necesarias y por tanto defendemos las renovables que se van pudiendo aportar al sistema en mayor proporción y con costes más bajos, como lo está demostrando Navarra especialmente gracias a la energía eólica. Pero el mantenimiento de la nuclear, salvo que se quiera dejar a los franceses que generen energía eléctrica con centrales nucleares en los Pirineos y nos la vendan, es todavía ineludible si no deseamos incrementar notablemente la emisión de gases de efecto invernadero y el coste de la energía eléctrica.



Es más, nosotros defendemos que cuando llegue el momento de ir cerrando las nucleares existentes, momento que llegará antes o después como le ocurre a toda obra humana, tengamos en todos los casos preparada otra nuclear en emplazamiento contíguo, mayor y por supuesto mejor, con lo que se aprovecharían muchas infraestructuras existentes así como los beneficios sociales derivados del cuantioso empleo que ofrecen en su entorno y la falta de rechazo que ha ido generando la tranquila convivencia entre las centrales existentes y sus vecinos, siendo además más fácil la vigilancia, mantenimiento y desguace de la central parada.



Entendemos que es urgente y necesario abrir un debate a nivel nacional sobre nuestro futuro energético a medio y largo plazo que permita un Acuerdo de Estado entre los Partidos Políticos y los Agentes Sociales en el que se tengan en cuenta todas las fuentes de energía tanto las ya experimentadas como las actualmente en desarrollo y aquellas cuya tecnología está dando los primeros pasos, debate para el que es necesario un estudio riguroso, sin cortapisas ideológicas, del mejor modelo energético para España, según lo aprobado en el seno de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso, con la participación de los mejores especialistas en el ámbito de la energía y el medio ambiente, entre los que sin duda se encuentran los ingenieros industriales.



Jesús Oiza Sagardoy, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Navarra COIINA.