Opinión

Lo aldeano no es lo importante

La verdad es que estamos en unas semanas llenas de acontecimientos. Las democracias asentadas, dicen que son aburridas, a la nuestra por desgracia le queda un largo camino para asentarse, pues es de todo menos aburrida. Nuestros políticos dialogan poco de temas importantes, de los que verdaderamente nos preocupan a los ciudadanos. Cuentan con una agenda repleta de temas que proponen interesadamente los independentistas. Estos, ante la aptitud del Gobierno Socialista en los tres últimos años, han apostado por intentar sacar las mayores ventajas posibles, rompiendo el consenso de la Transición, intentan redefinir el modelo de Estado, intentan cambiar la Constitución por la puerta de atrás, vía estatutos, vía presupuestos. Apoyándose en situaciones de hecho, al no querer cumplir sentencias firmes del Supremo, que les perjudican, sobre las banderas en sedes oficiales.

Todos estos lodos, son consecuencia de los polvos que ZP sembró, con sus políticas que no han buscado el consenso en lo básico con el PP y la derecha en general.

Por el contrario se apoyan en todo tipo de partidos nacionalistas, que desde siempre han practicado posiciones antisistema. Para colmo, con la inconveniente negociación del Gobierno con ETA y su mundo, los independentistas la han tomado como una nueva oportunidad, para avanzar sus posiciones.

La tentación totalitaria de las izquierdas, como la describe Bernanrd-Henri Lévy, tiene sus raíces en el antiliberalismo, en el nacionalismo exacerbado, y en el antiamericanismo. También aderezados por el multiculturalismo y la alianza de civilizaciones. Las izquierdas han dejado de defender en muchos casos sus raíces y sus tradiciones, para pasarse a defender lo aldeano, lo nacionalista, lo pequeño, olvidando que los grandes problemas que nos afectan a todos no se pueden solucionar desde pequeños Estados. Tenemos una economía global, donde las crisis financieras sólo se pueden resolver al abrigo de Instituciones fuertes como las europeas. Lo mismo ocurre con las luchas contra el terrorismo, las crisis energéticas, el crimen organizado o la inmigración ilegal. Llevamos un largo camino cediendo competencias estatales a las instituciones europeas, y descentralizando en exceso a las autonomías en España, sin que éstas las hayan utilizado de manera leal con el modelo del 78, con lo que el perfil del Estado hoy está muy desdibujado.

En este contexto donde todo el mundo sabe que las independencias no son lo importante, reaparece Ibarretxe con el órdago de sus referéndum, después del equilibrio inestable de la crisis del PNV. Aparece una ofensiva contra el Rey y la bandera española iniciada en Cataluña, por parte de jóvenes nacionalistas catalanes, hijos de los socios del Gobierno Catalán. Los socialistas han reaccionado con tibieza, ante el endurecimiento de la ofensiva de los nacionalismos, pues tienen que seguir colaborando con ellos, presupuestos, gobiernos, etc.


La detención de la Mesa de Batasuna, se produce después de muchos meses, donde ellos han pensando que contaban con una legalización de facto, ante la inacción interesada por el Gobierno. Una situación definida de nueva transición, con la monserga del diálogo y de la salida negociada del conflicto. ¡Por fin la Justicia aplica la Ley! y se dedica a encarcelar a los chicos de Batasuna, que no olvidemos que lo que quieren es lo mismo que ETA, subvertir nuestra democracia. Ya que como no consiguen que les votemos mayoritariamente, siguen amenazándonos con matarnos, sino damos nuestro ok a su Plan de Independencia a plazos, eso sí. Los navarros recordamos muy bien como nos quieren meter en un plan de autonomía a cuatro, para que no contemos nada. Y es una buena noticia para los demócratas el que se les aplique la ley, como a los demás. Más vale tarde que nunca.