Opinión

Llega el tiempo del reparto

Ya dijo el Dalai Lama, “recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro”.

La reflexión es oportuna en una época del año plagada de fechas especiales en las que cada uno debe saberse medir para no provocar un cisma familiar grave.

No puedes ir a casa de la abuela, de la suegra, del primo o la cuñada de visita o a comer, más que a la de aquel pariente o amigo íntimo o más cercano porque, de lo contrario, -todos lo sabemos-, las ya complejas relaciones y equilibrios de amistad, aprecio y saber estar, se pueden resquebrajar por completo. Por, según se entiende, prestar más atención a unos, que a otras... Son cosas del ser humano.

Repartirse bien, en esta época es tan difícil como administrarse y llegar a San Silvestre con una mínima dignidad y algo de saldo. Cash que, en meses como éste, se despilfarra y descuelga tan alegremente como el agua por pizarras y tejados.