La reunión mantenida entre el Presidente Zapatero y el Cardenal Rouco Valera el uno de agosto de 2008 se salda con un empate técnico en teoría.
La realidad es que el gobierno democrático, tiene que seguir ampliando la libertad de conciencia y la Jerarquía Católica no podrá seguir imponiendo sus dogmas.
Es muy sencillo: Una dictadura como la que ejerce la Jerarquía Católica es incompatible con la democracia.
Los derechos humanos chocan con las ideas retrogradas de estos mandatarios católicos.
Por lógica, son pensamientos que se oponen, la Jerarquía pone a Dios, por encima de las personas (Su idea de Dios, no la mía o la tuya)y la democracia, pone a la humanidad por encima de Dios.
¿Quién tiene razón?
Las dictaduras nunca tienen razón, ya que sólo saben imponer, los fieles,en la Iglesia Católica no tenemos ningún poder, somos menores de edad y estamos tutelados por unos pastores de pacotilla.
Por lo tanto, un gobierno democrático, no puede apoyar a un gobierno dictador so pena de ser tachado de cómplice.
Los verdaderos cristianos y esta Jerarquía Católica no es cristiana, nos tratamos como hermanos (Iguales, no necesitamos Jerarquías), nos ayudamos sin pasar factura (No hacemos proselitismo) no imponemos a nadie ideas (No dogmatizamos), respetamos a todos y no usamos la violencia,para imponernos (tratamos de convencer, no de vencer).
Dios delega en las personas su poder, por eso ponemos a la humanidad por encima de Dios pues Él nada necesita ¡Nosotros sí!, pero ningún grupo elitista, puede imponerse, somos toda la humanidad la que tenemos que compartir ese poder y estos traidores a Cristo deben de entregar el poder al pueblo cristiano o desaparecer.
Miguel Ángel Soro
