Opinión

Las rosas de piedra

El escritor ateo Julio Llamazares se dedica a recorrer las catedrales construidas en España.

En su primer libro elige como portada la Catedral de Tudela, en la que se retrata sentado en la misma puerta de entrada.

En ella se aprecia en preciosos bajorrelieves el juicio final. En el lado derecho del que la contempla se puede observar como los castigos a los "pecadores" son torturas inhumanas.

En el otro lado están representadas las personas, que son premiadas en la gloria.

Como bien dice D. Julio Llamazares, las catedrales han terminado como museos, dado que la sociedad española ya no se deja engañar por una Jerarquía Católica que ha pisoteado a los "fieles" cristianos durante siglos.

La base para durar dos milenios es culpabilizar a la humanidad.

Por ello han grabado en las piedras el juicio final con todo lujo de detalles, para manipular las conciencias de los pobres e ignorantes cristianos, que gracias al poder policial y de los ejércitos que los gobiernos ponían a la disposición de estos mandatarios, obligaban a cumplir sus normas dictatoriales y falsas.

Nadie habla mal de la Iglesia Católica, cuando sólo nos dedicamos a decir la verdad sobre la injusticia, y la traición al Evangelio de Jesucristo.

Los ateos están en su derecho de defenderse del ataque que durante siglos estos Obispos impostores han mantenido contra ellos.

Los cristianos también estamos capacitados para hacerlo, pues es bien visible el mito que han hecho de la figura de Cristo.

Hasta ahora ellos han estado con la fuerza de su parte, para reprimir cualquier critica u oposición.