Opinión

Las Mujeres y esa Igualdad

La celebración del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, ha acabado convirtiéndose en un nuevo tótem reivindicativo, alejado -como no podía ser de otra manera- de la cruda realidad, femenina, en este triste caso. Con un día de dar que hablar se conforman. Llenando titulares, y recordando que 6 millones de mujeres trabajan más y cobran menos, que no son reconocidas, que aunque viven más, lo hacen solas, y más pobres y con peor salud, y que además ahorran miles de millones al vilipendiado erario público con los servicios sociales que prestan. Y con esto se resignan... ¡Serán inocentes!



Un día al año hacen una cena, organizan cuatro intensas actividades de la mano de la Concejalía de turno -que pierde el culo por salir en la foto de este primaveral mayo electoral permanente- y ahí queda todo.



Ese día, reconocido por la ONU, conmemora su lucha por su participación, en igualdad con el hombre y la sociedad, y en su desarrollo íntegro como personas. Pero todo queda en el glamour de la pancarta y el folleto, mientras jóvenes madres entregadas a sus hijos no cotizan ni son reconocidas en absoluto para que luego, estúpidamente, den en llamar "Igualdad" a algo tan ecuánime como debería ser el sentido común.



Sentido que les exige maternidad a la par que le niega unos derechos inherentes a su condición que los políticos prefieren dedicar a garantizar ayuda social a indocumentados que viven del cuento. ¡Y lo peor de todo es que se jacten de llamar a eso "Estado del Bienestar"!