Opinión

Las Javieradas y el Arzobispo

Nuestro querido Obispo de Tudela, D. Francisco Pérez, una vez más nos aconseja como él solo sabe hacer.

La tradición y el folklore reúnen unas miles de personas en el castillo de Javier, ya que cada vez menos, influye la religiosidad, y este mandatario, aprovecha, para hacer su publicidad particular, ya que nadie le hace caso.

Por mucho que se empeñe, sólo actos folclóricos y festejos tradicionales son capaces de reunir unos pocos miles de personas para disfrutar, que no ya, a rezar o arrepentirse de sus "muchos" pecados.

El que más y el que menos sigue usando condón en sus relaciones sexuales, yace con su novia, no deja de ser gay o lesbiana, si lo es, ni se arrepiente de ello, y casi nunca va a misa y mucho menos se confiesa, antes de comulgar.

Resumiendo, los católicos vamos a nuestro aire y nos entra por un oído y nos sale por el otro lo que diga nuestro "pobre" monseñor, y digo pobre, no por que no tengan cuantiosos patrimonios, que colocan a estos Jerarcas entre los más ricos del mundo mundial, sino por que todos le tomamos por el pito del sereno.

Eso no le corta un pelo para echar sus sermones, aunque nadie le haga caso.

Se ha metido, esta vez, con los que han aprobado la nueva Ley del aborto y no sabía que muchas muchachas de las que tenía enfrente, habían abortado y las que no, no guardan su virginidad para el santo matrimonio que defiende nuestro querido y "pobre" Arzobispo.