Opinión

Las cuentas municipales de 2008

El balance de las cuentas de 2008 en Tudela muestra el modelo de gestión presupuestaria que caracteriza a UPN. Al margen de las prioridades del gasto (eco-city, ausencia de p. participativos, etc.), diferentes a las que otros teníamos, lo más llamativo es que UPN sólo ejecutó poco más de la mitad –como cada año- del presupuesto que él mismo había determinado. Si bien el grado de ejecución de los gastos corrientes fue del 89% (personal, luz, limpieza, transporte, actividades, etc.), el de las inversiones sólo fue del 24% (obras municipales).

¿A qué se debe ese notorio incumplimiento de las previsiones presupuestarias? A que UPN promete mucho más de lo que puede cumplir, pues sus irreales promesas están muy por encima, por un lado, de la escasa capacidad técnica municipal para gestionar las obras (de la que UPN se ha despreocupado) y, por otro, de la limitada capacidad económica para financiarlas. Por esa doble razón (y por los reiterados pleitos con las empresas), muchas obras se retrasan una y otra vez y se presupuestan año tras año, lo que hace poco creíbles los plazos previstos. De ahí que ahora se acometan muchas de las obras prometidas para la legislatura pasada: Piscinas, Gaztambide, parque de la Champiñonera, obras de la Plaza Nueva, etc.

El problema se agrava con la crisis. Los ingresos municipales están bajando mucho y el Ayuntamiento no puede endeudarse más de lo que ya está. Por tanto, tendrá que apretarse el cinturón, acometiendo menos gastos y menos obras. Aunque con los mismos ingresos se podrían ofrecer más servicios si el equipo de UPN supiese mejorar la eficiencia y productividad del Ayuntamiento, otra de las asignaturas pendientes de la gestión municipal.

Menos mal que el Gobierno de España ha ayudado a Tudela en 2009 con 6 millones de euros para favorecer el empleo, utilizados en arreglar la entrada de Alfaro y acometer parte del plan de accesibilidad. Y posiblemente en 2010 llegue alguna otra ayuda. Pero es al Gobierno de Navarra a quien le correspondería mejorar la financiación de Tudela, sin que sepamos cuándo se conseguirá. Hay, pues, mucho que mejorar en la gestión del Ayuntamiento. Esperemos que la crisis sea una oportunidad para reflexionar y corregir el rumbo, como algunos venimos reclamando.