El ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha anunciado que aportará 5 millones de euros para arreglar motas y limpiar el cauce del río Ebro tras las movilizaciones y reclamaciones realizadas tanto por el Gobierno Foral como por UAGN, Comunidades de Regantes, Ayuntamientos y Agricultores afectados por las últimas crecidas, y la medida parece tan sólo un pegote, migajas para tapar un problema que queda sin resolver definitivamente. Y más, conociendo la opinión del Presidente de la CHE, Xavier
De Pedro, que aseguró recientemente que "su competencia es el agua,
no proteger intereses agrícolas". Sin duda, nuestros responsables políticos tienen aún ante sí un gran trabajo pendiente para analizar cómo controlar, a futuro, el vigor del Ebro. ¿O en cada nueva riada vamos a andar así?
