Es una gran satisfacción ver cómo el trabajo, desinteresado, de unas cuantas personas y siempre dirigidos hacia un mismo interés, dan sus frutos. El trabajar en equipo acaba dando resultados positivos siempre.
Este es el caso de una demanda unánime y justa, como es la rehabilitación de nuestro Patrimo-nio y más concretamente la del Claustro de la Catedral de Tudela.
Y digo justa porque si bien la titularidad es de unos, la propiedad cultural siempre será nuestra, del ciudadano, y la queremos disfrutar y transmitir.
Una demanda que se ha visto incumplida durante bastantes años y que por fin es atendida, pero con algunas sombras que hay que despejar rápidamente.
En la rehabilitación del Claustro, la parte más complicada son los capiteles, por su contenido escultórico. Los técnicos encargados no logran, a pesar del enorme trabajo que realizan, encontrar la solución al deterioro de dichos capiteles.
En la visita realizada la semana pasada por el Consejero
de Cultura, Juan Luis Sánchez de Muniáin, a Tudela, prometió que las obras no se van a paralizar y ha marcado tres plazos de ejecución de los mismos.
Por la experiencia pasada y no muy lejana, vamos a estar vigilantes de los acontecimientos y apoyaremos cualquier iniciativa, que no defraude nuestras expectativas. Pero necesitamos que estas promesas queden reflejadas documentalmente, a nuestras autoridades municipales. Y sobre todo tener en cuenta que nos queda mucho patrimonio por preservar, sin ir más lejos la Puerta del Juicio, etc.
